Mendigo de amor.
Por las calles va pidiendo…
va pidiendo, por las calles,
mendigando corazones
porque no lo quiere nadie.
Pide algún sentimiento…
una caricia que le sobre a alguien,
un abrazo olvidado en un cajón
o un beso, al que se le hizo tarde.
!! Por favor una limosna !!
necesito alimentarme,
llevo años sin querer...
y sin, que me quiera nadie.
Dame un trocito de cariño
las migajas de una ilusión…
o los restos de un sueño inalcanzable,
en mi alforja cabe todo
está vacía de amor,
¡Jamás... la lleno nadie!.
!! Una limosna por favor!!
y qué Dios se lo pague…
con los hijos que no tendré yo,
y con una compañera que le ame.
Mire, por cualquier rincón
a ver si encuentra una voz amable
a la que le sobre compañía,
que estoy vestido de soledades.
A cambio... le regalaré silencio,
pero no es recomendable,
si me presta una alegría
se la devolveré, más tarde.
Lágrimas… ya tengo,
gracias, por ser tan amable,
no es que sea un desprecio
es qué, en mi alma…
más tristeza ya no cabe.
Por las calles va pidiendo…
va pidiendo, por las calles,
mendigando corazones
porque no lo quiere nadie.
Téura
Comentarios & Opiniones
Que tristeza mendigar amor.
Buenas letras!
Te invito a leer este poema
https://yo.poematrix.com/autores/mario-red/poemas/...
Saludos!!!
Saludo. Buena obra, triste destino.Pero más triste resulta lleno de hijos y abandonado por todos, inclusive del estado. Yo soy testigo de tristes historias de multimillonarios que regalaron sus riquezas a sus familiares y luego fueron olvidados, sin
recibir asistencia familiar en sus años de vejez, ni a funerales. Personalmente, muy cerca, conocí a dos muy esforzados en su juventud, trabajaron mucho a pesar de ser ricos, llegaron a reunir una colección de 18 mansiones. No tuvieron hijos, a sus
familiares mandaron a estudiar por el mundo, repartieron bienes y empresa. Y luego esos se largaron. Solamente extranjeros les acompañaron con apoyo. Durante años he llevado recuerdos de encargo a un ex director de una transnacional cuya lujosa tumba
cubierta de maleza, la hice limpiar y tenía sus farolitos encendidos todas las noches, ahora que viajo más lo cuida un viejito. Así es la vida, la riqueza o tener muchos hijos no asegura ninguna felicidad ni compañía perpetua.El camino es otro.Abrazo
Gracias por vuestros comentarios,esperemos que nunca tengamos que mendigar amor.
Un saludo.