Nocturno Mayor

Mi conciencia se pierde entre copas de tequila,

escuchándose en las campanas las mil ave Marías

despierta el cordero de Dios ebrio y loco en tu puerto

saludando sus lunas, esparciendo sus vinos.

Una noche más tocando trompeta, aún sin respuesta

se vuelve tormenta y cual si fuera desgraciada costumbre

Atila y centauros profanan mis noches soleadas,

solo tu nombre, aparece en mi teclado, tranquila mi vida

que no te asusten las sombras bárbaras del recuerdo

pues la noche sahumereada viola al más cuerdo.

Agua y aceite no debes mezclar,

si esta canción deseas escuchar,

estatua salada, dulce aroma de sabanas

respira y llora mi loca pasión, mi ternura.

¡Mirad! tu foto en mi billetera, entre velas la tengo

como santa de mi devoción

y demonio de mi perdición.

Si eres ángel, vuela junto a mí, y si eres demonio

pues que nos perdone la trinidad por juntos pecar,

y es que ellos saben lo mucho que he naufragado,

mis poemas sin ti no tendrían sentido

las palabras faltarían, las vocales se ahogarían

el mundo fuera un caos donde reinara Belcebú

partiendo el tren de la alegría.