¡SON 244!

Hoy arrulla mi corazón,
al que tanto lastimaron;
derribó las murallas, que
solitario, me había levantado.

Él siempre llevó su nombre
eregido entre banderas.
Decía: "Que la nación más bella
serían sus dulces besos de amor"...

Y no se equivocó...

Las estrellas siempre mi guía
entre noches de lamentos;
quebradiza mi voz pidiendo:
"La ternura de un ángel".

Septiembre 9 en mi camino
llegó mi petición amada; sus
ojitos semejantes a luceros,
a todos mis sueños... Mi amor.

Abril 6, dos, cero, diecisiete...
Mi vida cambió por completo;
nunca pude explicar la magia
del roce de sus labios...

Hoy son doscientos 44 días
de momentos inefables,
donde he probado el cielo
en las mieles de su boca.

Jamás quiero de sus brazos
partir llevando estaciones;
Usted limpió las hojarascas
que mi otoño decoró...

Aunque días mis ojos busquen
su dulce ser y no lo hallen,
abrazando su recuerdo, sonreiré,
pues aun lejos, su amor irá conmigo.

Mientras existan noches estrelladas
por siempre yo la amaré...
y en el ocaso de mi vida llevaré
la memoria del ángel que me amó.