La Danza del Amor

En el lúcido jardín, moraba una flor
su perfume era una canción,
que un joven no muy encantador
sus piraba con mucha emoción.

Rogaba y rogaba
si es un sueño no despertar;
escribía y borraba,
no dejaba de danzar.

En el lúcido jardín, miraba una flor
una danza loca sin razón,
que un escritor no muy encantador
le regalaba del fondo de su corazón.

¡La estrella! Le gritaba
aquel loco escritor,
a usted no se compara
¡Oh bella flor!.

En el lúcido jardín, danzaban los dos
tomados de las manos sin temor,
danzaban en el cielo, bajo la voz
y la ternura del amor.

Su mirada es saeta
¡Oh! Bella Doncella,
que el alma de un Profeta,
capturó en una estrella.

En el lúcido jardín, escribía una flor
en las blancas páginas del corazón,
de un poeta no muy encantador:
TE AMO, TE AMO mi AMOR.

El poeta respondía:
También te amo corazón;
y de su flor sentía
los besos de pasión.

En el lúcido jardín, ambos descansaban
mientas la noche les acurrucaba,
en el viento ambos cantaban
mientras el amor les abrigaba.

El joven y la flor
se dan un beso tierno,
en la danza del amor
se juran amor eterno.