Te quiero

Te quiero sin pensarlo demasiado.

Pero no te quiero para un fin de semana, ni para presumirte con mis amigas.
Te quiero porque me complace saberte alcanzable. Te quiero porque mi cerebro te percibe atractivo por alguna razón química que realmente desconozco.
Hay tantos te quiero cargando ciertas dudas. Es un tímido te quiero bajo la estrella azul de Ciudad del Este y si, te quiero tanto como si pudiera sostenerte la mano
cruzando el puente de Golden gate sin importar su extenso recorrido y como si esto fuera posible. Pero en mi delirio imaginar esto puedo y pensar que esta vez la luna brilla solamente por los dos.

Te quiero como una muchachita sub urbana puede pretender, querer sin demasiadas pretensiones.
Así burlándose de los versos y los amores ficticios que nos invaden en el cine.
Amores donde la piel arde sin arder, te quiero y es nuestro secreto.

Te quiero durante el mate y el terere, entre las frases de Neruda , entre mis libros y mis letras.
Mezclándote en mi espacio, compartiéndote mis vicios y mostrandome como verdaderamente soy.

Con mis frecuentes cambios de humores , con mis arranques de entusiasmo, con mi dosis de sarcasmo. Con mis haberes, mis análisis y mi psicología positiva que a veces busca llenarlo todo.

Te quiero para reírnos juntos de las pavadas que tiene el mundo.

Te quiero para contarte como veía la vida sin vos, para hablarte de mis proyectos mezquinos.
Te quiero para considerar las probabilidades de que si somos compatibles o no.

Y para quizás compartirte este sueño que hasta ahora no me deja dormir. Te quiero mientras me doy cuenta que mi reloj marca las 13.55 PM mientras te quiero.