Unos besos no deberían

Unos besos no deberían

A veces la vida es irónica,
te cambia la ruta
cuando por fin creías saber a dónde ibas.
Y ahora estoy acá,
pensándote.
No como algo más,
pero tampoco como antes.

Quizás no entiendo lo que siento,
ni siquiera quiero explicarlo.
Solo sé que esa noche te vi distinto,
que tus labios no sabían a error,
y que tu cuerpo me habló más claro
que todas nuestras charlas de años.

Nuestra amistad fue larga,
fuerte,
honesta.
Pero bastaron unos besos
y el temblor exacto
de tu piel rozando la mía
para que todo se inclinara hacia lo prohibido.

No fue amor.
O tal vez sí,
pero del tipo que no se nombra.
Del que se esconde
detrás de un "no pasó nada"
mientras me muerdo la lengua por no buscarte otra vez.

Mierda.
No debería querer tenerte así.
No debería pensarte con ganas.
Pero te quiero.
No para siempre,
no con flores…
te quiero en ese rincón donde la lógica no entra.

Y sí, tal vez unos besos
no rompan lo que fuimos.
Tal vez podamos seguir,
como si nada.
Luego me odiaría un poco,
por desear lo que no debo,
por cruzar una linea
que nunca debimos tocar.