Pasión decana

poema de Quiplato

Se agolpa la hinchada
totalmente enajenada
para alentar al decano
en veinticinco de mayo.

Y todos los estamentos
se unen en un solo cuerpo
gritando a todo aliento:
"decano desde mis cimientos".

Corren y corren botellas,
la cerveza es el néctar,
y el vino en las venas
es musa en estas tierras.

Y los cánticos florecen,
y la marea va subiendo,
el populacho poseído
se agita cual mar embravecido.

Y al eterno rival
no se lo puede olvidar:
"¡Hijos nuestros son y serán!
¡Hijos nuestros morirán!".

El partido se acerca,
el latido se acelera,
y una sensación amena
se agita en las venas.

Vestido de celeste y blanco
sale al césped el decano,
las gradas se estremecen
y el torrente se desborda.

lo inimaginado ocurre,
y todo el celeste cielo
de este glorioso pueblo
de blanco se torna.

Toda la ciudad se paraliza
cuando juega el decano;
todo se vuelve fiesta
en este domingo tucumano.

El tiempo se va agotando
y las almas desesperan,
porque el cero a cero
no se está alterando.

Y el último minuto
como una espada llega,
clavándose en las corazón
de todo niño, de todo viejo.

Un brinco del firmamento
y el gol se hace aliento,
el pulga con su cabeza
inmortaliza el momento.

El estadio se comprime
fundiéndose en un abrazo,
y el grito sagrado del ¡Gol!
se desata en avalancha.

Ésta es la pasión de mi pueblo,
ésto se vive cada domingo
cuando juega el decano.

Comentarios & Opiniones

Yan

Un placer pasar Neruda. Saludos.

Critica: 
Quiplato

Gracias Yan.Saludos

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