Paquito ( relato corto )
Voy a contarles la historia de Paquito. Sé que están esperando algo extraordinario, que les hable de hazañas, de cosas fuera de lo común, pero con Paquito ese no era el caso. Paquito, al contrario, no sobresalía en nada: en el colegio fue un alumno regular, y tuvo, en algunos años, complicaciones para pasar de curso. No era un chico popular ni mucho menos. Su aspecto físico no era el de un galán: era de estatura mediana, pelo negro, ojos oscuros, de facciones cuadradas y ostentaba una panza flacida nada despreciable. Supongo que ya se habrán dado cuenta de que Paquito no tenía mucha suerte con las mujeres. Ahora ustedes me dirán: "Bueno, quizás paquito no era apuesto, pero seguro que era perspicaz". Lamentablemente los voy a decepcionar de nuevo: Paquito no era poseedor de una mente aguda, sino que era a veces medio limitado y le costaba comprender ciertas cosas, que son de las que uno dice: "es más fácil que la tabla del 2". Entonces ustedes me dirán: "Bueno, paquito debe haber heredado el don de la música". Desafortunadamente los tendré que defraudar una vez más: su voz no era realmente la de un cantante de opera, se podría decir que desafinaba bastante y, en algunos casos, causaba el crujir de los cristales que tristemente se encontraban a su alrededor. Ya sé lo que me van a decir: "Pero en algo paquito debe haber destacado, todos tenemos algún don. ¡Ah!, ya sé, debe haber sido bueno para los deportes". Pero tampoco era ese el caso: siempre quedaba al último a la hora de elegir los equipos, y en algunas ocaciones le imploraban no muy cordialmente que se retirara y no estorbara el encuentro. Bueno, creo haber descripto bastante bien las cualidades de Paquito, o mejor dicho, sus carencias, ya que no sobresalía en absolutamente nada. Ahora ustedes se preguntarán: "¿Por qué este tipo escribe sobre un personaje que no tiene nada de especial, sino todo lo contrario, es un inadaptado?". Yo también, como ustedes, pensé eso al principio, y sentía lástima por paquito, al ver que no guardaba nada loable en su ser. Pobre me decía a mi mismo, pobre alma desolada sin ningún talento que irradiar al mundo, pobre desdichado. Pero al pasar el tiempo descubrí algo en Paquito que me dejó completamente anodadado. Es cierto, totalmente veraz, todo lo que acabo de contar de paquito, pero mi nunca suficiente inteligencia hizo que soslayara lo primordial. Cómo decía el autor de uno de mis libros preferidos: "Lo esencial es invisible a los ojos". Así, encerrado en este superfluo y vano mundo, donde la apariencia predomina sobre la esencia, no habia podido vislumbrar, lo que yo creo, es el mayor don de todos. Este don es el de la autenticidad. Paquito era simplemente quien era; Paquito era Paquito y nadie más. Él no pretendía disimular sus carencias, sino todo lo contrario. A pesar de no cantar bien: en la iglesia, cuando se entonaba algún cántico, se podía oír a Paquito exprimiendo sus pulmones, a despecho, como es lógico, de toda la gente que lo circundaba. Paquito no tenía una sonrisa particularmente agradable a los ojos, pero cuando aprendí a ver con los otros "Ojos", les puedo asegurar que en mi vida había contemplado una sonrisa tan sincera, tan pura y cristalina como la de Paquito. Paquito era desgarbado y, sin embargo, cada vez que veía una chica que le gustaba; la tomaba de la mano y le decía cuánto la quería, sin importar que siempre fuera rechazado. Los de Paquito eran amores unilaterales, pero Paquito amaba con el corazón; Paquito era Paquito. Paquito no era habilidoso para los deportes y ,sin embargo, a pesar de ser en todo momento la última opción, siempre se encontraba dispuesto a jugar y dejar la piel por sus compañeros; Paquito era Paquito. Paquito no conoció de intrincadas filosofías , no sabía nada de la teoría de la relatividad, de las leyes del movimiento, de complicados axiomas matemáticos; no tenía idea de la historia del pensamiento y su evolución; no contempló los cuadros de Da Vinci, Monet y Van gogh; no leyó a Shakespeare, Cervantes y Borges; no salió nunca de su ciudad natal; no tuvo nunca un doctorado o un título; no se graduó con honores; nunca su amor fue correspondido; pero Paquito era Paquito..., Paquito era feliz.





Comentarios & Opiniones
Reflexivo escrito de muy agradable lectura. Reciba mi saludo y respeto.
Muchas gracias por su comentario metacrak.Saludos
Paquito era un re Capo ! bien ahí.
Si ,la verdad si jaja,genio de la vida.
Relato muy interesante y reflexivo amigo Neruda. Un abrazo fraterno.
Gracias amiga Duliaac .Saludos
Disfrute mucho el relato, me divirtió y me hizo reflexionar! cuantos Paquitos habrá en el mundo? un placer visitarte y leerte Poeta y amigo!