Grieta
Creo tener una habilidad,
la de no generar ni complacencia
ni ternura.
Mi fachada, tan sólida,
me separó del alivio que nunca llega.
Construí un refugio seguro,
un espacio sin fantasmas,
pero me equivoqué.
Ellos se filtran,
como gases invisibles,
marchitan las plantas de mi alma,
y me muestran la fuerza de las plagas,
que siempre aguardan en las sombras,
merodeando entre las grietas,
buscando un resquicio,
un susurro,
una brecha por donde entrar.
Cuando lo logran,
emergen como tempestades,
para recordarme esa raíz oscura,
la niña atormentada que habita dentro de mí,
con su miedo profundo y su fuego callado,
sin herramientas para escapar.
Los otros no lo ven,
piensan que nunca ocurrió,
que soy invulnerable.
Pero esta máscara,
esta fachada de solidez,
no protege,
solo aísla.
La dureza de quienes me rodean,
sus exigencias,
la aspereza con la que se burlan
de mi fragilidad más íntima,
clavan dagas invisibles.
Y esas heridas me devuelven
a la desolación,
al terror,
a ese tambaleo de un mundo
que aún busca reconstruirse.
Comentarios & Opiniones
wow!!Fuerte, sensible obra, cuando la incomprensión cercana nos maltrata desde las niñez, son huellas que se mantienen para siempre, se crece y se aprende a vivir co ese flagelo, muy buena descripción de esa sensación que me ha llegado, un abrazo NAA
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