El viento se torna amarillo

poema de David Morel

El viento se torna amarillo,
mas no es el viento,
son infinitos girasoles,
pétalos de girasoles
despedazados que corren
tras el sol que se aleja
por aquella calle.
La noche vuelve
al el sol ser mas distante,
atardece en cada paso
de sus pies en la acera.
Y yo me alejo como un vacío
que encoje los hombros
sin poder seguir al sol.
Soy un campo de tallos
de girasoles degollados.

¿Sabrá maría?
No sabe.