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poema de Manuel Jaguar

... Y no fue más que otro día normal, tenia un día menos de vida, estaba gastando mas mis pulmones, mi hígado, mis labios, mis pies, mi mente, mi ser....

Abandonado de toda fuerza y esperanza, viviendo el libertad, pude ver como se ondulaba ese cabello, con esa brisa fría de viento que me susurraba; ella, tú.

No pude mirar a otro lugar que no fueran sus piernas, esos hermosos arboles que podrían moverse, sin si quiera dejar un raíz al paso, solamente el olor de sus hojas.

Quise trepar por esas ramas de incertidumbre que yo mismo vi crecer, como asfixiaban a mi pequeño ser que quiso formar parte de ti, pero que solo se cayo al trepar.

Tal vez fue mi simple pensar de que no te volvería a ver, pero nadie está prescrito a no volverse a encontrar.

Si nos volvemos a encontrar, te tomare de tal manera, que las únicas raíces que dejaras, serán las de tus labios en mi cuello.