UNA NOCHE DE FRAGANCIA Y PASOS DEL MÁS ALLÁ

UNA NOCHE DE FRAGANCIA Y PASOS DEL MÁS ALLÁ
(De Relatos de un Mochilero)
Después de sortear avalanchas y precipicios, conseguí hacer alcanzar su transporte a mi compañera de viaje Santa María, justamente cuando ya calentaban motor en medio de tremendo aguacero. Lástima que no quedaron más minutos con ella, solamente abrazos y un "nos veremos en Huaraz". Enseguida me apresuré a conseguir donde almorzar y hospedarme. El frio paisaje de altura había empezado a cerrar sus restaurantes, pero divisé uno con sus luces encendidas.
Mientras degustaba típicos manjares comprobé que la casa contaba con muchas habitaciones, por eso comuniqué a la dueña mis intenciones de pernoctar.
— ¿Me puede alquilar hospedaje?, necesito para esta noche —dije a la señora.
—No —fue la respuesta rotunda.
Habiendo concluido los alimentos, agradecí del servicio y me dispuse a salir.
—Espere, si tengo habitación —afirmó.
Muy rápido calculé que sería difícil hallar lugar semejante y acepté quedarme allí. Al poco tiempo, la dueña me llevó a un segundo piso para mostrarme.
—Este es un buen sitio, adecuado para usted —me dijo.
Pero, una vez ingresado al lugar, algo irracional me hizo rechazarlo.
—Esa cama es muy grande, ¿no tiene otro cuarto? —pregunté.
— ¿No le gusta una matrimonial, eh? Bueno, sí, al costado, pero su cerradura no está muy bien que digamos, unos extranjeros la malograron —respondió.
—Bien, lo usaré —contesté.
— Ocurre que por las noches con mi hija nos vamos a otra casa, usted se quedará solo. Así que, por si acaso le dejo tres llaves, de las dos habitaciones y puerta de calle, buenas noches.
Y así aseguré dormir en esa ciudad a 3,700 metros de altura. Al rato salí a cenar en otra parte y retorné a eso de las 9 por pasearme entre sombrías callejas, pensando por qué la señora antes de darme sus llaves no me pidió datos y tampoco preguntó dónde se quedó el vehículo.
Ya en la casona, ingresé al sitio negado para observarlo y nada especial, excepto un inusual adorno religioso enmarcado.
—Quizá me regreso a este sitio —dije y pasé al otro cuarto con dos camas, que me pareció más grande que antes. Me recosté en un sillón y sin desearlo comencé a dormitar y soñar algo. Cuando desperté ya era diez y media y el móvil pedía más energía. Debido a que también había usado el reproductor musical y el cuarto contaba solamente con un tomacorriente, me dirigí al otro para recargar su batería. Al salir de ahí, le puse llave y, en la unión de la puerta con el piso un seguro adhesivo especial, así podría escuchar algún ruido si en caso forcejeaban para entrar. Al acostarme ya muy confiado miré la hora, once con exactitud cuando el sueño apuraba por acostarme. En unos minutos las imágenes oníricas fueron tomando forma pero, no habría pasado mucho tiempo cuando, unos ruidos que fueron en ascenso me despertaron, al inicio casi imperceptibles sobre un piso de madera que se hicieron cada vez más notorios al igual que la presencia de un atractivo perfume. Sí, se acercaban, subían las gradas de cedro pasos femeninos, calmados, que se detuvieron instantes junto a la puerta del cuarto matrimonial, para ingresar enseguida sin abrir la puerta. En ese momento mis oídos parecían más capaces, sintiendo hasta los sonidos del colchón al echarse alguien de cuerpo humano con suficiente peso. Por un instante me quedé dudoso, ¿qué hago?, imaginé, pero había que comprobar la realidad constatando ese sitio, su puerta. Pronto, casi conteniendo la respiración me puse las pantuflas y con pisadas de gato salí a ver, la luna se había ocultado y eso hacía invisible mi tarea, sintiendo al tacto que su base de la puerta con el piso se hallaba en orden, sin rotura del adhesivo. Por eso regresé más tranquilo a seguir durmiendo. No recuerdo qué soñaba pero me despertaron las tristes campanadas de algún reloj de iglesia señalando tres de la madrugada, instante preciso que aparecieron nuevos ruidos en el cuarto contiguo, de alguien levantándose y dejando la cama, para salir de frente y cruzar la puerta cerrada sin necesidad de abrirla, alejándose con pasos suaves, delicados, pero suficientes que hacían rechinar sus maderas del entablado, hasta bajar por las gradas de cedro y esfumarse definitivamente. Sin embargo, algo se había quedado conmigo, impregnando el ambiente, su perfume nenúfar del Nilo, almizcle egipcio…y un toque de incienso.
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28/03/2023
© Derechos Reservados de Autor.
Música: Himno Gótico-Linaje Nocturno.

Comentarios & Opiniones

LOCO

magnifico escrito colega

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

Hola Brayan.
Mil gracias de vuetras palabras.
Cordial saludo y hasta otra obra.

Critica: 
Jesús Ángel

Interesa relato Miquer
y a seguir dándolo a tu lado creativo .

Critica: 
Silvia

Muy bueno artífice! Y esa fragancia impregnado en ti.
Me ha encantado!
Felicitaciones! Y gran beso.

Critica: 
Japi

Guau! Impresionante. Me atrapó por completo la historia. Un gran placer de lectura con su misterio.

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

Hola Jesús Ángel.
Mil gracias de vuestra colaboración en el comentario.
Por eso me gusta salir de casa y viajar, así encuentro motivos para ecribir, resulta más fácil que ponerse a pensar sobre algún tema. Directo al escrito desde la calle, la vida

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

obsequia el tema con sus detalles, solamente ordenarlo de algún modo y listo.
Envío cordial saludo y hasta próximo escrito.

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

Hola estimada Silvia.
Mis letras se alegran del bonito comentario.
Envío gran abrazo junto al saludo.
Y hasta nueva obra.

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

Hola Japi.
Muchísimas gracias de vuestro emocionado comentario.
Y se me ocurre algo, y si me hubiese quedado a dormir en la primera habitación, ¿qué hubiese pasado? En el tiempo de la facultad, conversando con viejos teólogos alemanes, alguno está

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

muy seguro que, por casos muy extraordinarios hasta tomarían cuerpo y eso puede ser muy peligroso. Y afirmó que según archivos poco difundidos, se tienen referencias...
Saludo cordial y hasta nueva obra.

Critica: 
Shifra

Hermoso, sin duda se aprecia el deseo insasiable que se encuentra en la búsqueda constante de sentir el más mínimo tacto.
Saludos.

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

A Shifra.
Muy agradecido de vuestro comentario a este relato de viaje. Y cierto que soy un coleccionista de sucesos muy extraños desde la infancia, donde me acostumbré a salir a ver qué hay por ahí y, he aquí uno de los resultados.
Saludo afable.

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