SANTA MARÍA

SANTA MARÍA
(DE HUÁNUCO A HUARAZ- Una obra cumpliendo el ofrecimiento)
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Génesis 2:18-23 RVR1960 LA BIBLIA.

No había pegado los párpados, no.
La noche me hacía ver apenas caminos.
De pronto Huánuco en su dulce alborada.
Y palomas castilla sobre tejados municipales.
Qué trato cordial animando mi tiempo.
Hasta que la vida hizo que nos hallásemos.
Tú viajera del misterio, musa de santidad.
Yo un peregrino que sigue por la vida.
El coche propuso que la misma ruta debía ser.
Los minutos y las horas hacían su parte.
Nuestras miradas y manos también hablaban.
Más que las palabras se decían en silencio.
Todo un sueño en un camino de aventureros.
Qué importaban las celosas nubes llorosas,
ni la carretera barrosa impidiendo el apego.
Qué lento el viaje aprobando acercarnos.
Y un encantamiento fue haciendo su parte.
Porque descubriste mi pecho de par en par.
Y se levantaron cortinas de tus secretos.
Tu corazón abrazaba el mío cálidamente.
Qué caricia tener tus manos entre las mías.
Y el volante sorteando los aluviones.
Música de ensueños nos embriagaba.
En tan poco tiempo preciosos nuestros acordes.
No había duda que actuaba un arte secreto.
Hasta el horizonte alegre invocando unión.
Y nos remontamos con nuestros orígenes.
Revisando páginas de historia y linaje.
Hasta imaginar pintando un mundo propio.
Sin haber revelado todavía cada uno su nombre.
Solamente dos seres amantes del arte sagrado.
Dos vidas en un trayecto de aventuras insólitas.
Quiso el destino librarnos de todas las dudas.
Y al pronunciarlos, enloquecieron los ecos.
Santa María dijeron tus sonrosados labios.
¿Santa María?¡Nooo!, exclamaron los míos.
Un torrencial aguacero confirmó tu palabra.
Y la iluminación fue cuerpo de mujer juvenil.
Y la realidad sonriendo de mi asombro laico.
Todo era posible, menos enamorarme así.
De Santa María virgen de carne y huesos.
Todo podía esperarse, menos llegar al pecado.
Y tú Santa María prístina compañera perfecta.
Sobre todo libre de la profecía y anunciación,
y menos testigo de calvario con crucifixiones.
Viva existencia para enseñarme otra verdad.
Y sabiendo algo mío, Google lo confirmaba.
Dos personajes en un encuentro real y fantástico.
Por momentos un incrédulo y lleno de dudas.
Echando la culpa no haber dormido y solo un sueño.
Mas tu piel tibia decía para qué preocuparse.
Sobre todo excelso momento contra dubitaciones.
Santa María de carne y huesos acompañándome.
Santa María purísima sin pecado hecha presencia.
No única vez no, si desde antes tal cual te dije.
No en forma humana, un simbólico modo de amar.
Ofreciéndome techo y abrigo en otros dominios.
Compartiendo pan y cariño para mi salvación.
Qué medicina del ser si no es la fe comprobada.
Y tú Santa María debías seguir al destino por otra vía.
Santa María sobre las cumbres y el Huascarán.
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26/ 02/2023
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Imágenes: Por el autor.
Acompaña: Pasacalle ancashino.