Tinta Agónica: Un Poema Incompleto de Amor y Despedida

Entre los rincones oscuros de mi ser,
donde el amor se deshace en agonía,
eres tan apacible que anhelo dormir entre tus brazos,
ya que en ellos encuentro el descanso y la paz que tanto he anhelado.

En medio del ocaso que agoniza en el horizonte,
nuestro amor se desvanece, se desvanece lentamente,
recogiendo las almas que dejan de brillar,
mientras tus labios arrebatan mi vida de poeta enamorado.

Un amor agonico, lento y desgarrador,
que consume mi alma como una llama viva,
irrumpes en mi vida como la tormenta que avecina,
con un ligero rocío mortal que augura el comienzo del final.

Las palabras de afecto se vuelven mudas,
bailemos al son de los rayos mientras destruyes todo a tu paso,
en cada latido, mi corazón se estremece y se aviva,
quizás suenes cruel, pero eres la mujer perfecta para quien ha agonizado por amor.

Cada mirada se llena de melancolía,
cada caricia se vuelve un adiós sin retorno,
y en cada abrazo siento la muerte acechante,
pero si tan solo te vieran como te vemos los poetas que yacen contigo en el otro lado.

Oh, amor agonico y apacible, ¿qué nos ha sucedido?
¿Cómo llegamos a este punto de dolor y despedida?
El pasado se desvanece en sombras del ayer,
y nuestro futuro se pierde en una nebulosa perdida.

Pero aún así, en medio de este amargo desencanto,
guardo en mi pecho los recuerdos que fuimos,
esperando que encuentres paz en estas letras,
vivirás por siempre en mis versos, en cada latido.

Tu presencia agonica y reconfortante será mi eterna musa,
y en cada palabra escrita te daré un abrazo,
pues aunque el amor se desangre en agonía,
mi pluma será testigo de nuestro triste ocaso.

Así que déjame escribir nuestra historia incompleta,
el poema de un amor agonico y apacible sin final,
donde los versos se deslicen con tristeza,
y en cada estrofa, encuentre consuelo mi mal.