No me digas

I
No me digas que es por orgullo o por temor
ni por este tremendo carácter arrebatado,
es simplemente que después de tanto amor y desamor,
mi cuerpo quedó sin ganas y mi corazón yace agotado.

II
No me digas que otra vez hay que intentarlo,
que rendirme no puedo en esta afectiva proeza,
pues no es que consciente quiera evitarlo,
es que en mi mente ya domina la pereza.

III
No me digas que hay tanto romanticismo
en los encuentros, la sonrisa o la mirada,
porque no logro salir de mi ostracismo,
nada me cautiva, me siento congelada.

IV
No me digas que soy tan sensual, excitante y bella
porque la magia de tus palabras no hace efecto en mí,
ya antes he oído como bajan cada estrella
y ahora no me conmueve escucharlo de ti.

V
No me digas que estoy negando la posibilidad de amar
porque en este momento no estoy inspirada,
quizás en el futuro otra vez vuelvan a estallar
la pasión y la locura de mi fiera desatada.