Contrito

La soledad suena,
estalla, retumba, cruje.

Frío repentino
que asalta sin piedad
y deja tronando en la cabeza
la más terrible de las onomatopeyas.

La soledad inflama,
soslaya, lacera, fractura.

Inverosímil como certeza de sociólogo,
rogando al mazo y golpeando a dios,
sin ánimos para ingenuidades de magas
ni humedades de cronopios.

La soledad arde,
quema, aguijonea, envenena.

Penas abiertas
como capullos recién florecidos,
versos no renovables,
obsolescencia anunciada.

La soledad ruge,
atemoriza, paraliza, desalienta.

Bregar contra la nostalgia inoculada,
naufragio de clase,
lección aprendida de memoria,
conciencia al viento.

La soledad cobarde,
ajena, lírica, trágica.

Sin gabardina oliva
ni boina de lana,
dulce y valiente jazmín,
he aquí otro
cuerpo contrito
que nunca llegó
a tu amorosa barricada.

Comentarios & Opiniones

María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Buen versar, grata lectura. Saludos Mayako.

Critica: