El Señor búho

Prosa
Está el señor búho grave y vigilante en el palo de alguna alejada tapera o erguido y severo en la cercana tranquera, sin disminuir la curiosidad un solo instante y con porte de catedrático importante.
Por la noche son mas sagaces sus ojos, y los giros de su cogote mas veloces.
Qué antiguos conocimientos está convocando, qué esotéricas sabidurías está elucubrando, que para entenderlas somos incapaces.
Aunque al búho no lo esté observando su enorme mirada redonda hacía mi se vuelve y no sé si me condena
o absuelve pero siempre me está juzgando.
Será de ángel o diablo el hechizo que va mostrando su infusa sabiduría legendaria y enorme, porque llegado el caso nadie sabe de donde viene, si del cielo o de las negras tinieblas.
No conozco su enigma oscuro, pero jamás dudo que es profundo y abstruso y de que su origen viene de lugar infuso.
No sé porqué tanto lo admiro y lo quiero.
Es mimado de las mujeres porque les da amores, les trae suerte y las protege de mufas y rencores.
Como un soberano sabio y absoluto está erguido y mirando al mundo a su manera con los ojos amarillos atisbando y el cogote girando en agudos círculos desde quien sabe que misterios lejanos al conocimiento humano.
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