Flores Amarillas
Al sentarse en la ventana,
las flores amarillas
consolaban su tristeza,
tristezas que la seguían
como una forma de vida,
ella nunca preguntó el porqué no sonreía,
el porqué de ésa angustia en su vida,
o el porqué de ésas lágrimas
que de sus ojos corrían.
Una mano no encontró cuando su mano extendía,
un abrazo no encontró cuando ella mas lo quería.
Por las noches no tenía,
quién le subiera las mantas
cuando frío sentía,
no tuvo una voz suave que le leyera un cuento.
Ella nunca supo eso.
Al sentarse a la ventana,
y pasar ella miraba
una madre con su niña,
tomaditas de la mano,
se miraba la suya,
y allí no encontraba nada.
A su lado solo estaban esas flores amarillas que tristezas consolaban cuando lágrimas corrían.
Ella nunca preguntó,
pues ella, no lo sabía.
Comentarios & Opiniones
Para esas niños bellos que no tienen quien lea un cuento. Me hizo llorar escribirlo.
Triste pero bello. Felicidades poetisa, tienes una gran pluma. Un afectuoso y cordial saludo.
Ay José, gracias, la verdad no se si tenga pluma o no. Pero te lo agradezco.
Comenta & Vota