Despedida

Hoy no tengo más que decir, más que hablar, la ira contenida se ha transformado en calma mesurada, te has ido como esas mujeres que lo marcan a uno, por la puerta grande, con desfiles sollozantes, comparsas lagrimales, con una banda que toca la marcha fúnebre y te has ido para no volver, para no seguir y no volveré a ver tus ojos centellantes, tus miradas acaloradas, tus piernas bien torneadas y tu personalidad poco afable, hoy simplemente no te busco con mala intención agazapada y hacerte mal disfrazado de amistad, hoy sólo deseo que te vaya Bien, vivas mucho y encuentres lo que buscas. De mi parte sólo queda seguir de carácter estoico y franco, con mirada intensa, palabra certera, abrazos prolongados, besos lentos y despedidas rápidas, tal vez siga pendenciero y mujeriego o tal vez he cambiado por unos ojos enamorados llenos de felicidad, este es un adiós de esos que me gustan pues no se rompe el corazón, no tiemblan las piernas, ni se sufre soledad, este es un adiós que reaviva la llama de ser y pertenecer, que más que melancólico me hace sentir animado y más que dolor es la emoción de saber lo que vendrá. Hoy me despido con palabras largas que te han sacado de mi vida, hoy me despidos sin heridas y sin errores.