Mi eterno Amor

¡Oh mi amor!
he sido condenado por mi orgullo,
a la pena eterna de no tenerte conmigo, pero mil
recuerdos bellos y cientos de caricias tuyas, se
aferraron a mi cuerpo casi yacente
y se quedaron conmigo.

¡Oh terco corazón!
¿porque te has negado a recibir amor?
¡quizás ya sabes la razón!

Porque ni el tiempo, ni la distancia, son el olvido
porque sólo mis lágrimas, ahogaron por mil años
el grito latente de no tenerla conmigo.

¡Oh amor!
todas las noches te encuentro
en un paisaje repetitivo, oculta en
el refugio de mi corazón.

¡Oh amor!
estoy agazapado en un interminable
deseo de conquistar un nuevo sueño, en
el mismo lugar donde nacieron los mas
bellos recuerdos de este gran amor.

¡Oh terco corazón!
en la interminable ausencia de este amor,
has cuidado con gran celo y fervor,
los recuerdos de este gran amor.

¡Oh mi amor!
mi condena sólo terminará al final de
mi vejez, cuando tus recuerdos sean la luz de mis días
enajenados y tus dulces caricias sean las cálidas brisas del
atardecer, por fin entenderé, que nuestro amor fue como los fuertes
vientos de septiembre, que no se ven, solo se sienten.

Autor: Manuel Peñaloza Vera

Comentarios & Opiniones

María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Bello sentir. Un placer la lectura. Saludos.

Critica: 
Manuel Eduardo Peñaloza Vera

Buenas noches acnamalas. Y muchas gracias por tu comentario, te saluda un Chileno desde mi querida tierra natal, Arica. Chau

Critica: 

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