Dolores ahogados
Refugiada en aquel rincón,
envuelta en aquel hermoso paisaje nocturno,
admirando con anhelo la belleza del cielo.
Asombrada ante reluciente tesoro,
sintiendome chiquita ante el inmenso cielo;
Arranco sin piedad aquella mascara unida a mi rostro,
mostrando mi flaqueza al mundo,
diamantes cristalinos emanan del portal de mi alma.
Una voz familiar resuena en cuan sereno espacio.
-¿Realmente estoy viviendo?-
Exclamé débilmente, entre la oscuridad.
Los diamantes desgarran el portal,
con el corazon herido, suelto un grito de auxilio...
No se escucha, me volvi muda.
Sin esperanzas tomo sin control la posion del olvido,
aquella que me acompañaba, aquella que me lograria borrar el recuerdo,
sintiendo el calor del amor, una suave sonrisa decora mi rostro, sintiendome amada,
la vida me sabe a gloria, extasiada por el momento, el mundo me acaricia con delicadeza...