VIVIR PARA NO CONTARLO

VIVIR PARA NO CONTARLO
Vivir a trozos
espacios no usados
caminando contra corriente.
Memoria de todo y ausencia de casi todo
vivir de prestado sin referentes.
Aprender a hablar de la memoria ajena
y ser huesped indeseado de un mundo
donde el caos es la escalera
por la que se llega a ser adulto
sin haber dejado la infancia
apenas el babero en cesta de lo sucio.
Vivir lo ajeno sin conocer lo propio
sin saber el por qué de tu nombre
y mirar en la pizarra lo que debemos hacer
y lo que no es permisible
por que alguien -con otro nombre- lo ordena.
Vivir bajo las órdenes del más fuerte
que no valora tu mirada ni escucha tu voz,
porque apenas te queda.
Tocar fondo y seguir escarbando con las manos
frente a la desidia ajena.
Vivir para insinuarlo porque es demasiado cruel
para contarlo, pese a haberlo vivido.
mabel escribano
d.r.
imagen: mía