FUERA DEL PARAÍSO

FUERA DEL PARAÍSO

Y un día cualquiera,
la lucha deja de tener sentido.
Con el tiempo aprendemos que,
la vida siempre gana la batalla,
justa o injustamente.
Deponemos las armas en el suelo,
nos secamos el llanto y alzando los hombros,
asumimos la derrota.
No fuimos vencidos por la desilusión,
luchamos con ahínco pero,
no fue suficiente.
Ahora dejamos que la vida haga su trabajo,
respiramos hondo bajando las banderas,
con tristeza.
En el espejo, la ironía nos mira con una extraña sonrisa
a modo de pregunta.
¿Para qué luchamos si estábamos abocados a perder?
¡ Que sé yo !
¿Quien nos dijo que la felicidad estaba al final de la batalla?
Tal vez la absurda esperanza.
Vinimos a luchar y olvidamos que una espada ardiente,
nos echó del Paraíso.
Me ha quemado muchas veces su fuego,
tantas como intenté,
llevarme a la boca la manzana del amor,
sin alcanzar otra cosa que,
las hojas verdes de su árbol.
Ya no tengo fuerzas,
pero me queda la razón que es mía y de nadie más.
Esa razón que de niña me hizo preguntar el nombre de un río,
y a cada agua que pasaba le daba otro distinto,
porque ninguna agua al pasar era la misma.
Me he quedado sin fuerzas,
es cierto pero,
sigo teniendo el alma llena de amor sin importarme,
haberme quedado sin morder la manzana o,
seguir fuera del paraíso.

mabel escribano
d.r.
imagen: google

Comentarios & Opiniones

Silvia

Muy interesante Mabel un gusto leerte!

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