Denso humo 2

No sé hasta cuando descanse
en el obscuro diván de anoche
a la sombra del deseo, de tu figura y
de la cintura que se perdió en 9 meses día y noche,
no sé hasta cuando descanse
del cabello largo que caía
de las mordidas sobre tu espalda
pechos y nalgas

cierra tus ojos negros ante los míos
casi necios
extiende tus largos brazos
y no permitas que mi frente
se impregne del sudor de tu vientre,
del danzar de tu cadera,
del placer de mi sexo dentro del tuyo

delinea tus nalgas con mis manos
ponte tus tacones floreados una vez más
quítate el corsé que siempre guardaste
échalo al fuego y deja que el humo nos distancie,
que desvanezca mi nombre en tus pechos
y camine por última vez en tu ombligo

me llevaré un mechón de tu pelo entre mis dedos
me llevaré tu historia grabada en mi pecho,
tus lágrimas en mis manos,
tus rabias en mis pies
y tus sueños hecho niña ahora descansarán,
ahora dormirán a tu lado cada noche después
de la canción de cuna,
después del canto de pablo neruda, de silvio
o pablito

yo partiré a la noche más larga
de vino tinto barato, unos cuantos habanos y una buena puta barata
una que intente hablar conmigo y no la entienda
una que me aburra al saber su nombre
y que su fastidioso sabor a cigarrillo sin suspiro
me den ganas de regresar al diván, a la casa amurallada

de cama en cama
de copa en copa
de traerme nada, sin llevarme nada
sin encontrarla a ella
y sin encontrarte a ti
sin escuchar más tus grillos
sólo podré cerrar mis ojos
para poder verte desnuda
meciendo tu cuerpo debajo de mí
sobre mí, a un lado de mí, detrás de ti

imaginaré tus gritos de placer,
tus jadeos incompletos
los gemidos del ayer
tus largas piernas abiertas
esperando que tome lo que una vez fue mío
y que hoy no es de nadie
ni siquiera tuyo
ni siquiera para que te toques
mientras cierras tus ojos por el denso humo blanco

me verás caminar, retírame en el tiempo
con un pequeño libro viejo
de mis historias deshojadas
las que querré ocultar de mi niña,
de mi hija, de mis andanzas.