Al fin se detendrá.

Al fin se detendrá.
El tiempo... el implacable…el que paso... (Pablo Milanés), al fin se detendrá, me voy a escapar (Lyda de Jericó).
El tiempo, esa dimensión
de lo objetivo y lo subjetivo
tan abstracto y tan real,
tiempo fugaz
que te pierdes en el olvido
o tiempo que no podemos olvidar.
Tiempo que transcurres lineal,
dios Cronos que te llevas
la incontingente realidad,
humana esperanza transgredida
por tu paso de huracán.
Tiempo que entretienes
y limitas la felicidad,
tiempo de infortunio
o tiempo preludio de paz,
tiempo adecuado y oportuno
tiempo que queremos cambiar.
Tiempo circular que vuelves
retornando eternamente
tiempo de otros tiempos
que quisieron proponernos
los griegos alguna vez
y girar ni más ni menos
entre pasado y presente
sin futuro que esperar,
eres tiempo que no absuelves
aunque vuelvas a pasar.
Pero al fin eres tiempo
que no transige jamás
que a todo pones limite
que te llevas como el viento
nuestros pasos al andar
que ni siquiera permites
a un momento regresar.
¿Qué nos queda del tiempo
si pretendemos saber,
será o no cierto
que lo podemos trascender?,
pero al final el tiempo
se apresura a responder,
no hay mas tiempo en el tiempo
sí, mucho tiempo que perder
si no apuras el momento
y corres junto a él.
Tantos tiempos en el tiempo,
tiempo perdido
tiempo ganado
tiempo de olvido
tiempo esperado
Pero con todo, tiempo
no me puedes engañar
alargaré mis días
no lo podrás evitar
me iré despacio muy lento
no me podrás alcanzar,
no preciso del tiempo
para mi felicidad.
Eres tiempo de arena
envuelto en cristal,
perdóname tiempo
me voy a escapar
ahora estoy lejos
ya no escucho tu tic tac.
Lyda de Jericó.
DRA