Corazon Pensante

poema de Luna Rugri

Mente mensa me mientes,
si soy el dueño del sentimiento
porqué en mis asuntos te metes
cuando dices que ya no hay anhelo.

Es su sonrisa lo que al amo hipnotiza,
su mirada hace que muera por ella.
Al palpar su mano de seguro simpatiza
por venerar fervorosamente a su diosa bella.

"Dadle vuestros mas pereciados presentes",
fue la orden emitida por el jeque,
"que si el amor fuera el gran ausente,
al menos se lleve lo mejor que nos quede."

Amiga racional, dedicate a discernir
como me vas a ayudar en esta faena.
Llegemos con ella a la cima del Monte Vivir,
o al menos sirvamos con gallardia a la reina.

Compañero Corazón de pensar incongruente,
por mi intromisión ser tímida y reservada
el alma ha padecido enfermedades silentes
que han acentuado una vida mancillada.

Debo accionar el espíritu de superheroe
y a nuestro amo rescatar de la voragine,
como si la atraccion por esa mujer fuere
la insitadora a que nuestra vida termine.

Déjame hacer, para lo que fui contratado
teorizar, experimentar, analizar y concluir.
Porque si dejo que tu tomes el mando,
seguro el resultado sera el mismo, sufrir.

Yo soy el camino, la verdad y quien amo
porque el amar es mi absuoluta decisión.
Acaso nunca escuchaste el popular adagio
Donde manda el cerebro, no manda el corazón.

Hay algo inalienable en esta controversia.
Su beldad es sencillamente deslumbrante,
su aroma sería capaz de endulzar el planeta,
y su presencia es puro sentimiento refrescante.