¡El mar y yo!

Sentado en la arena junto al mar
oteaba el horizonte solitario,
tranquilas aguas, semejan un sudario
cubriendo la grandeza de su lar.

Medito lo hermoso de encontrar
un aire puro, libre de polución,
es fuente de vida, es la ocasión,
de aspirar profundo, sin parar

Que me llevó allí, no lo recuerdo
me olvidé de mis penas, mis tristezas,
de mis angustias, de todo negativo.

Solo se que si llegue loco salí cuerdo;
bella terapia, me apliqué una de esas,
que convierte nuestro ser en positivo.

Luis Varela Luzardo