Segundo balbuceo, décima lucubración: del filósofo agazapado, temeroso de todo lo que desconoce.

poema de Incipit Luis

Vivo encerrado en mí mismo
una cárcel de ideas
de barrotes forjados en cada paso
y la droga de la docta ignorancia
carcomiendo mis entrañas.

Tengo la soledad por compañera de celda
acurrucada en una esquina bajo el arropo
de las sombras gélidas, pero aunque ella
me haga compañía, sigo estando solo.

Me observa una ventana,
cuya pupila es la luna
tan blanca como oscura
tan mortal como bella
muestra de la felicidad
que la noche disfruta fuera.

Quiero salir pero el necio tiene la llave
la pasea frente a mí con sorna
"tú lo quisiste" me dice
y entre risas desaparece
me siento y pienso "Es cierto"
Estoy aquí porque quise.
Miro la luna y espero
si la eternidad existe
yo le pertenezco.

Autor: Luis Periáñez Llorente
Poemario completo en:
https://www.academia.edu/9577471/Tres_balbuceos