PARA HABLARME

Para hablarme, tus ojos grandes,
ventanas de tu alma que me revelan,
con su lenguaje mudo, emociones ocultas
que se expanden desde tu interior.

En ellos encuentro la verdad,
la sinceridad de un espejo claro;
espontáneamente, me cuentan sus historias
de forma natural, sin innecesarias palabras...

Tus ojos, dos brillantes luceros,
dos poderosos imanes que me atraen,
que me envuelven y, al mismo tiempo, me alejan
provocando en mí sensaciones excitantes.

En tu mirada puedo encontrar
brotes de alegría y de esperanza,
lágrimas que fluyen sin saber por qué,
profundos secretos por desvelar…

Tus ojos de miel me hablan sin cesar,
me declaran su amor cuando me miran,
borran la mentira de mi alma,
reflejan la verdad de mi existir.

Con su brillo me seducen, me cautivan,
me llevan a un mundo de ensueño,
son dueños de mi voluntad, de mi ansias,
el tiempo se detiene en sus hondas pupilas.

Para hablarme, tus ojos castaños
que yo, cautivo, escucho, pues ellos
me cuentan la más bella historia
jamás escrita por impulso del amor...

En tus enormes ojos encuentro la calma;
dejándome envolver por su infinito horizonte,
la bondad sus más bellos versos me recita, en ellos siento
arder la insaciable llama de una ferviente pasión.