ANABEL
ANABEL
Presiento que el brillo de sus ojos,
Deben semejar a diáfanos luceros,
Y la candidez de sus labios rojos,
Un tesoro secreto por sinceros.
Miro en mis sueños su hermosura,
Navegar en los océanos calmados,
Quién puede dudar de su ternura,
Y esconder no vivir ilusionados.
Dios le resguarde querida amiga,
Y sea feliz en todas sus acciones
En el edén su papi las penas mitiga
Y le inunda de santas bendiciones.
Ante su presencia, los jardines se llenan de rosales
Novia del tiempo en un infinito de constelaciones
Aurora que deslumbra con donaire en las praderas
Beldad presente del mitológico Olimpo de los Dioses
Esplendida tea de los ocasos, y de luces verdaderas
Los vocablos son pocos para exaltar sus facciones.
Luis G machado S.
Comentarios & Opiniones
Lugomas paa la exaltación de lo sublime la palabra siempre se queda corta.
Muy bello poema. Gracias por compartir
Grandioso versar estimado poeta.Saludos
Gracias Maestro Joelfortunato sus amables palabras,un saludo fraterno
Gracias emiaj,un fraterno abrazo.
Gracias Luz por la generosidad de tu comentario,saludos fraternos.
Gracias Marìa Angel, aprecio tu comentario,saludos cordiales.
Mujy gentil Osler, gracias por pasar por mis letras, un fraterno abrazo.