Otoño II

poema de Luis Enciso

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Ya voy, espérame,
Que en tu ausencia me aprisionaron
Tus irreales besos.
Fuiste tan sublime en tus actos,
De tu boca fluían
Notables versos. ¡Con qué lucidez!

Ya voy, no desistas,
Que los eventos que en trágico orden
Los fui contemplando
En mi corazón, como helada sensación
Me fue apoderando.
Y yo pensé que mejor sería olvidarte,

¡Olvidarte, amor mío!
¿Cómo podría?, ¿Quién fue calidez
Bajo la noche sombría
Cuando las aves en veloz desorden
Se alejaban de la lluvia?
¡Corazón, deja de latir tan deprisa!

No logramos llegar
Juntos, este día, y que lentamente llega
A dolerme en la sangre
¿Por qué alzaron vuelo tus emociones?
Allá, a dónde se fueron,
¿Podrá, mi alma, encontrarse contigo?

Ya voy, perdóname,
En tu ausencia, las fantasías llegaron
A reinar mis sueños.
Era preciso huir de aquella cárcel.
Pudo ser hermoso
Continuar contigo el viaje de ensueño.

Pudo ser inalcanzable
El latido de tu sangre bajo las sábanas
Donde mis ojos lloran
Donde las naves, soledad, solo hallan.
Pudo el cielo aclararse,
Pero este triste día solo ha de llover.

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