El sueño interminable

poema de Luis Enciso

***
Escapan de mis manos
Las flores que adornan los campos
Por donde mi alma no ha de trazar
El surco con sus pasos.
Trasladados los hombres
Que no nacieron para vivir libres
Más allá del límite de tus manos,
Lejano ambiente,
Amanecer indiferente al delirio
Del recluso herido.
¡Todo va bien colina arriba!
(Alguien grita por ahí)
Pero yo no estoy bien
Siento la pesada roca en mi hombro,
El polvo en los pulmones y el óxido
Que corroe mis huesos…
¡Nadie vendrá por nosotros!
Otro horrible sueño
Del cual no podremos huir a tiempo.
La noche nos gobierna
Como si la tormenta nos quitara
La voluntad de vivir.
El sonido de las pesadas cadenas
Y los pies desnudos
Resonando sinfonías de pesar,
Las piedras testarudas,
Los caminos y la sangre derramada.
El horror de nacer en el olvido
Y nunca poder elegir.
¡La marcha sobre las piedras
Ardientes sigue su curso…!
Sonríen las infernales pinturas
Sobre nuestros hombros
¡Allá van los cuerpos
A pudrirse sobre el fecundo osario!
¡Allá van los prisioneros,
Sembrando sus miserables penas
En el páramo de mis recuerdos!
¿Hacia dónde nos llevará
La desventura y hasta cuándo
Nos durará la satisfacción
De vomitar sangre por el sendero?
Las fieras se asoman a vernos
Y mientras más nos retrasamos
Más rápido nos llega la muerte,
Nunca como antes, hermano,
Nos veremos alegres en el hogar
De nuestra buena madre,
Pasarán las tristes estaciones
Y los cadáveres serán sepultados
En los eriazos de mi alma.
¿Cuándo tendrá su fin?
Ni tú ni yo lo sabremos
Pero siento que lento corre
El sufrimiento por nuestras venas.
¡El invierno siempre estuvo aquí!