Romance con la luna

Hermana y/o esposa del sol,
redonda bola de nácar
que te enseñoreas de la noche,
lumbrera de la oscuridad,
a tu resplandor tibia se inspiran los poetas.

Es bien sabida
la influencia que ejerces sobre las mareas
y sobre la agricultura,
más no menos cierta
es tu influencia sobre el alma humana,
sobre todo, la de los enamorados .

Desde los tiempos mas remotos
hasta nuestros actuales
tecnológicos-virtuales días,
te contemplamos embobecidos.

Incontables generaciones vieron tu faz,
innumerables parejas vagaron juntas
de manos dadas
por las arenas
de alguna playa remota,
alumbradas por tu tenue luz.

Ver como te desplazas
por entre el denso follaje
del tupido monte nativo
en una noche de campamento,
o perseguirte con la mirada
cuando jugueteas escondiéndote
entre las nubes diáfanas,
continua siendo mi deporte predilecto;
en las heladas noches de escarcha
ver como te cuelgas
por encima de la copa de los pinos,
es magnifico.

Al contemplarte siento,
que hay algo más allá,
nostalgias no se bien de que;
y me vienen ganas de acercarme mas a Dios;
apacible, grata y benéfica sensación
se hace en mi alma,
aunque este angustiado
por algún problema...