Hasta vos

Hasta vos no sabía
que la felicidad tuviera varias caras
y que me estaba perdiendo la mejor de todas
empeñada en adioses malogrados.
Que el llanto y la sonrisa cupieran abrazados,
que la música formara parte del lenguaje,
que se pudiera vivir en el olvido
porque las manos tienen su propia memoria.
Que la casualidad por momentos acierta
y que el sexto sentido a veces falla.

Hasta vos suponía
que se extrañaba sólo a quien se ha ido
que los misterios no eran admisibles
que vivir era igual a hacer rutina,
que se habían extinguido los colores
que únicamente el frío causaba escalofríos,
que la luna era igual todas las noches
que sólo de palabras vivía el hombre,
que querer era igual a ambicionar con ansias
y que los sueños conscientes no existían.

Hasta vos el amor era un mito probable.
Hasta ayer no creía en ninguna quimera.
Hasta hoy pretendía entender el milagro.
Hasta mañana... ¡arrúllame en tu hoguera!