Mojada de ausencia

poema de Aletheia

Te fuiste.
Y me dejaste así: desbordada, mojada, furiosa.

La rabia y la soledad me lamieron como perros hambrientos.
Mi cuerpo, más animal que humano, te siguió reclamando.
Pero no esperé.
No supliqué.

Me arrojé de espaldas sobre la cama,
las piernas abiertas, abiertas como una herida,
abiertas como una puerta que nadie tuvo el valor de cruzar.

Mis dedos bajaron sin piedad,
hambrientos, desesperados.
Rozaron mi sexo inflamado, hinchado,
tan mojado que los jugos se escurrieron entre mis piernas, empapando las sábanas, manchando la noche.

No hubo caricias suaves.
No.
Me devoré viva.

Mis dedos se enterraron en mí hasta la raíz,
rasgándome por dentro,
reventando cada músculo,
exigiendo el placer que tú jamás tuviste el coraje de arrancarme.

Cada embestida me rompía un poco más.
Mi clítoris palpitaba bajo la presión de mis yemas,
gritando, exigiendo ser desgarrado en mil piezas de placer.

Mi cuerpo entero temblaba:
pechos duros, vientre agitado, muslos tensos como arcos listos para romperse.

Gemí.
Rugí.

No era tu nombre lo que escapaba de mi garganta,
era mi propio nombre.
El nombre de la mujer que tú no supiste poseer.

La humedad no paraba,
bajaba a chorros,
caliente, densa, impregnándolo todo con el olor sucio y dulce de mi sexo abierto.

Apreté el clítoris entre dos dedos y me hundí más fuerte,
más rápido,
más brutal.

Hasta que el orgasmo me desgarró entera:
un grito sordo, un estallido violento en el vientre,
una sacudida que me rompió las entrañas y me arrancó lágrimas calientes de los ojos.

Me corrí salvajemente,
varias veces,
cada vez más profunda,
como si quisiera arrancarme el alma de entre las piernas.

Y cuando el temblor me dejó exhausta,
cuando mi sexo palpitó dolorido entre los muslos empapados,
sonreí.

Sola.
Hundida.
Victoriosa.

Mía.
Y nunca más tuya.

Comentarios & Opiniones

D.G. Falls

Glorioso, imponente, poderosa. Tal y como fue la protagonista, que ensimismada se sobrecogió y amó durante la noche, cuando al varón le faltó valor y a ella le sobraron ganas. Maravilloso trabajo, estrellas y respeto poetisa. Recibe un fuerte abrazo.

Critica: 
VÍCTOR SANTA ROSA

Sentimientos y frustración a flor de piel amiga Poeta. Versos conmovedores. Saludos.

Critica: 
Jesús Ángel

Intenso, auténtico y real,
por ello,
aquí mis aplausos.

Critica: 
Xio

Narrado el acto de forma clara, abierta, sincera, tal cual, es una obra viva, humana, sin tabú, empoderada la mujer ante el abandono del hombre, un placer la visita, saludos cordiales, Buenos días.

Critica: 
Metacrak

Saludos, Aletheia. Letras profundas y auténticas, perfectamente hiladas para sumergir al lector en el universo de la protagonista. Una obra excelente, que transmite con fuerza y precisión. Recibe un afectuoso abrazo.

Critica: 

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