Tarab

Recuerdo aquella madrugada
Nuestra cara manchada
Historias que sólo los recuerdos pueden contar
Recuerdos que sólo historias pueden condenar
No sólo soy yo
En este eterno pentagrama
Debes darte prisa
No esperaré otro mañana
Nuestra historia debe ser contada
Por este alma condenada
A un holocausto infinito
De vuestros resentidos pensamientos
Y a cartas pérdidas por un viajero encontrado
No soy del tipo de gente que cree en hadas
Pero creería en dragones si el mundo se diera cuenta
De la falta que le hace un hombro
A un pequeño niño jugando en el más grande de los precipicios
No tengo historias para contarte en tus noches de Luna de hueso
Donde Nadie sale de la habitación vacía
Y nadie entra en el ruidoso pentagrama con forma de infinito
Pero si tengo palabras para contar la historia de la iluminada
Donde ella se libera de no estar encadenada
A las añejas leyendas pueblerinas
Allí ella tuvo que aprender a respirar
Pues nunca sintió tal sabor como aquel
Yo lo describiría como cobardía
Ella lo describió como libertad
Hasta allí llegó su confuso despertar
Que acabo en una tierna catarata
Por la que desaparecían los malos sueños
De las buenas personas
Y los confusos alientos de sus irrelevantes dueños .