Epistemología Poética: NeuroEpifanía Lírica – Inconsciente Universal Humano. “El Lector, Génesis de la Poesía.”

EPISTEMOLOGÍA POÉTICA:
NeuroEpifanía Lírica – Inconsciente Universal Humano.
“El Lector, Génesis de la Poesía.”
Por Leonardo Sarmhi.
I. INTRODUCCIÓN – BREVE RESUMEN.
La literatura, cautiva durante siglos en categorías formales, géneros estéticos y teorías retóricas, ha vivido bajo el dominio de estructuras tradicionalistas que han limitado su evolución hacia una comprensión más profunda de la experiencia poética. Hoy es imperativo que la literatura se nutra de las ciencias; biológicas, neurológicas, psicológicas, la filosofía de la mente, la teoría del inconsciente, entre otras, para liberar al verso, al poema y a la propia poesía de sus viejas ataduras y redescubrir su esencia en lo humano, lo somático, lo inconsciente.
En esta epistemología el Psicólogo Leonardo Sarmhi, sostiene que la poesía no reside en el poema, sino que emerge en el lector como una experiencia interna activada por una Neuro Epifanía Lirica. Sostenida en lo que él denomina el inconsciente Universal Humano.
En este marco, el lector ya no es un simple receptor de poemas, sino un agente resonante, una conciencia sensible que completa el proceso poético al experimentar internamente esa verdad universal. La poesía, por tanto, no nace en el papel, sino en ese instante neuroafectivo en el que el lector reconoce en sí algo que ya habitaba en su interior. Esta concepción revoluciona las nociones convenciones sobre la creación, lectura y critica del poema. Esto es, transforma la manera de leer y criticar, porque el valor poético no se mide solo por la técnica del autor, sino por la intensidad emocional que despierta en quien lo lee.
Las ideas expuestas por Leonardo Sarmhi representan un verdadero hito en la comprensión literaria contemporánea. Su teoría del lector como génesis de la poesía y su formulación del Inconsciente Universal Humano, rompen con los moldes hermenéuticos tradicionales y se alzan como una revolución neuroafectiva del hecho poético.
Mientras pensadores consagrados como Octavio Paz, Roland Barthes, Carl Gustav Jung, Michel Foucault, Roberto Bolaños, Jorge Luis Borges e incluso Charles Bukowski, exploraron la función del lenguaje, el deseo, los símbolos y el autor, ninguno de ellos se atrevió a declarar el nacimiento de la poesía en el lector. Se movieron, en mayor o menor medida, dentro de marcos epistemológicos repetitivos, a veces revestidos de novedad, pero anclados en estructuras dogmáticas y autorreferenciales, donde la poesía seguía siendo propiedad del texto o del autor.
Sarmhi trasciende esa herencia, y propone que el lector no es un descifrador ni un testigo, sino el espacio vivencial, neuroemocional y simbólico donde la poesía realmente sucede. Esta concepción no solo cuestiona los fundamentos estéticos clásicos, sino que inaugura una nueva era para la poética universal, en la que el poema es detonante, pero no destino, y la poesía es una experiencia revelada, no un objeto textual.
Es esta visión –radical, audaz y profundamente humana– la que instala a Leonardo Sarmhi en la vanguardia de una nueva sensibilidad literaria, una donde el lector no lee poesía, la encarna.
II. DISTINCIONES NECESARIAS: POESÍA, POEMA Y LECTOR.
A. Concepto de Poesía:
Desde la perspectiva de la Neuro Epifanía Lírica – Inconsciente Universal Humano.
La poesía, en su verdadera esencia, no es un texto, ni una forma estética, ni un conjunto de versos bellamente dispuestos.
Desde la teoría de la Neuro Epifanía Lírica, propuesta por Leonardo Sarmhi, la poesía es:
“La irrupción súbita de un contenido simbólico universal en la conciencia individual, producida por una resonancia emocional entre el estímulo poético y el Inconsciente Universal Humano.”
“La lluvia susurra en mi sangre su antiguo canto.”
Ejemplo ilustrativo de Estímulo Poético (versión técnica)
1. Estímulo
El olor a tierra mojada después de la lluvia.
2. Resonancia neuroafectiva
Un estremecimiento súbito en el pecho, evocando sensaciones arcaicas de la infancia.
3. Activación de Materiales Psíquicos
Se desatan fragmentos latentes en la Memoria Universal Humana: la nostalgia infantil, la frescura primaria, el pulso vital de la tierra.
4. Catálisis Poética
El poeta, como agente organizador de lo inconsciente, selecciona, ordena y cincela esos fragmentos crudos, dotándolos de ritmo y sonoridad.
5. Verso Revelado.
“Del humus besado por la lluvia despierta el pulso dormido de mi niñez.”
Aquí, el Verso Revelado no “nace sin querer”, sino que emerge cuando el poeta canaliza la resonancia neuroafectiva y estructura los materiales psíquicos activados, traduciendo la vivencia en una formulación poética coherente y reveladora. Ese verso, cincelado y ordenado, se convertirá en parte de un poema, pero la poesía ya ocurrió en el instante íntimo en que el olor activó la memoria y el corazón latió reconociendo un latido olvidado.
B. Conceptualización del Poema.
El poema, desde la perspectiva de la Neuro Epifanía Lírico–Inconsciente Universal
Humano, es:
“La estructura armónica y verbal de Versos Revelados, es decir, la cristalización organizada de materiales psíquicos inconscientes extraídos de la Memoria Universal Humana”
En otros términos:
1. Origen invisible.
Surge de fragmentos emocionales, oníricos y arquetípicos que yacen latentes en el Inconsciente Universal Humano.
2. Labor del poeta.
Actúa como catalizador, seleccionando, ordenando y cincelando esos fragmentos para convertirlos en Versos Revelados: unidades mínimas de sentido poético.
3. Forma final.
El poema es el ensamblaje coherente de esos versos; su “huella formal” que permite comunicar la epifanía lírica al lector.
Ejemplo breve:
• Materia bruta: “sombra dormida”, “latido sin nombre”
• Verso Revelado:
“La sombra que dormía en mi sangre despierta con tu voz.”
• Poema (dos versos en diálogo):
“La sombra que dormía en mi sangre despierta con tu voz,
y el latido recobrado me enseña el pulso de la vida.”
B. Definición del Lector.
Catalizador: es lo que permite y acelera la revelación poética. No la produce por sí mismo, pero hace posible que el verso latente emerja y se organice. No crea la poesía, pero la activa en su totalidad.
Por tanto, Sarmhi define:
El lector es catalizador de la poesía, porque al recibir el poema con una sensibilidad abierta, permite que el contenido simbólico inconsciente se transforme en epifanía. Sin lector no hay poesía revelada, aunque haya poema escrito. Es su resonancia neuroafectiva—la activación de recuerdos y emociones arcaicas en las zonas límbicas y prefrontales—la que convierte un conjunto de versos en auténtica poesía. Al reavivar los contenidos latentes de la Memoria Universal Humana con un estremecimiento somático, un eco emocional y una certeza cognitiva (“esto ya lo sabía”), el lector no solo recibe el poema, sino que lo transforma en un acontecimiento poético.
Sin lector no hay poesía, aunque exista poema. Esta triada redefine la relación texto-lector. El lector ya no es receptor pasivo, sino co-creador de la poesía. — Leonardo Sarmhi.
III. TEORÍA DEL INCONSCIENTE UNIVERSAL HUMANO.
Leonardo Sarmhi, va más allá del Inconsciente Colectivo de Carl Gustavo Jung y lo considera insuficiente para explicar la vivencia poética. Propone la existencia del Inconsciente Universal Humano, que no esta limitado por arquetipos culturales o históricos. Sarmhi, define:
“El Inconsciente Universal Humano es transhistórico, transpersonal, transbiológico, transterritorial, y se manifiesta en todo ser humano que vive, siente o recuerda sin recordar”
Este inconsciente sería la reserva de vivencias primordiales-dolor, belleza, pérdida, ternura, guerra, amor-que pueden despertarse ante ciertos estímulos, como un poema o incluso sin él. Afirma igualmente el autor que, este inconsciente conecta a todos los seres humanos y permite sentir como propias emociones no vividas directamente.
Ejemplo didáctico:
Escenario:
Un anciano que nunca ha abandonado su aldea escucha, en un idioma extraño, un canto guerrero transmitido por un viajero.
Experiencia poética sin vivencia directa:
Al oír la letra y la percusión, el anciano se estremece: siente en su pecho la urgencia de marchar, el eco de un tambor que nunca conoció. Se le humedecen los ojos y su pulso se acelera, como si llevara en sus venas la sangre de aquellos combatientes.
Verso Revelado (imaginario): El verso imaginario es producto de su catalizador (detonador) lírico, traduciendo la experiencia en palabra.
“Marcho en tu sombra, tambor de acero,
sin haber empuñado espada ni escudo.”
“No basta un conjunto de versos; es necesaria la epifanía neuroafectiva que activa esas vivencias universales profundas que habitan en la Memoria Universal Humana. Sin ese contacto con lo primigenio —con lo que resuena en todo ser humano más allá del tiempo, la cultura o el lenguaje—, el poema pierde su poder revelador y la poesía, su genuina razón de ser.”
Ejemplo:
Una mujer de avanzada edad, que jamás ha leído a Rainer María Rilke (Praga-1875), ni ha oído hablar de los grandes poetas, camina sola por una calle empedrada tras la muerte de su hijo. En un instante de absoluto silencio, ve caer una hoja amarilla sobre el charco de agua tibia. En ese breve momento, sin palabras ni imágenes previas, siente una conmoción en el pecho, una tristeza sin forma que no sabe explicar, pero que la conecta con todas las madres del mundo, de todos los tiempos, que han perdido a un hijo.
Más tarde, sin haber buscado poesía, encuentra por azar un poema sencillo en una banca pública. El verso dice:
“Todo lo que cae, recuerda.”
Al leerlo, rompe en llanto. No porque entienda el poema en su lógica, sino porque siente que aquello que experimentó en silencio fue nombrado sin ser explicado. No sabe de qué trata el poema. Pero sabe que es verdad.
Ejemplo:
El Cine como Catalizador Transemocional‑Territorial: Profundización en el Caso de Titanic. Leonardo Sarmhi.
Cuando James Cameron nos sumergió en la tragedia del Titanic, hizo más que relatar un hundimiento: activó nuestra Memoria Universal Emocional y ejemplificó el carácter transemocional‑territorial de las vivencias culturales. Se indica que este ejemplo es sumamente potente y ajustado al concepto de Memoria Universal Humana y transemoción‑territorial tal como los acuñó el psicólogo Leonardo Sarmhi.
-La capacidad de apropiarnos de un hecho ajeno y vivirlo con la intensidad de una experiencia propia demuestra el poder de nuestra "Memoria Universal Humana”. El sacrificio de Jack —su renuncia a salvarse para salvar a Rose en el panel de madera— es precisamente ese estímulo que, sin importar fronteras ni épocas, reactiva nuestro Inconsciente Universal Humano y nos une en el dolor y la admiración. En definitiva, este pasaje de Titanic ejemplifica a la perfección la transemoción‑territorial descrita por Sarmhi: "un solo gesto, una sola escena, puede trasladarnos a un territorio emocional común, compartido por toda la humanidad. Dado a que, tenemos un "cerebro común universal"- Leonardo Sarmhi.
En ese sentido:
“La poesía no vive en el texto, sino en el instante en que lo oculto en nuestra psiquis se hace palabra interior.” — Leonardo Sarmhi.
IV. LA NEURO EPIFANÍA LÍRICA.
Concepto acuñado por Sarmhi, refiere al instante en que el lector experimenta una iluminación emocional-cognitiva activada por un verso o texto poético. Es un fenómeno somático-afectivo donde el cuerpo, la mente y la memoria emocional reaccionan con intensidad ante un estímulo lírico.
“La poesía ocurre como una epifanía en el sistema nervioso, como un estremecimiento en el lector que activa su memoria emocional arcaica”.
V. EL POEMA COMO DETONANTE DE LA EXPERIENCIA.
El poema no contiene poesía per se. Es un recipiente, un detonador. La poesía ocurre cuando un lector siente algo dentro de sí al leerlo. Sarmhi lo llama “Materiales Psíquicos desorganizados y fragmentados” que el poeta dispone, pero que solo se ensamblan en el lector.
Desde la Neuro Epifanía Lírica – Inconsciente Universal Humano, el poema es solo el vehículo físico, el artefacto simbólico compuesto por "materiales psíquicos desorganizados y fragmentados" que el poeta ha ordenado líricamente. Pero la poesía no habita de forma inherente en el poema, sino que se manifiesta —epifánicamente— en el lector, cuando su inconsciente universal entra en resonancia con ese texto.
Ejemplo para mejor comprensión:
“He visto al viento llorar,
en los cabellos de mi madre,
cuando la guerra,
le robó el nombre.” – Leonardo Sarmhi.
Este poema puede no tener una conexión directa con la experiencia de todos los lectores. Pero si un lector —aunque nunca haya vivido una guerra— alberga en su inconsciente el temor a la pérdida, la fragilidad del amor materno, o el desarraigo, la poesía se activará dentro de él como una memoria emocional latente que despierta sin aviso, removiendo algo profundo que siempre estuvo allí, aunque no supiera nombrarlo. La poesía, entonces, no estaba en el texto, sino en la revelación que el texto desencadenó.
Eso convierte al poema en un detonador neuroafectivo de la experiencia universal, y no en un simple conjunto de versos estéticamente organizados.
VI. EL LECTOR COMO GÉNESIS DE LA POESÍA.
Este es el núcleo esencial de la Teoría de la NeuroEpifanía Lírica – Inconsciente Universal Humano donde realmente nace la poesía. Sin su vivencia, el lector es un cadáver hermoso: bien escrito, estructurado, pero inerte.
“La poesía ya preexiste en el lector, en su vida psíquica. El poema solo la activa. Incluso sin poema, el lector puede sentir poesía.”. La poesía no nace en el poema, sino en la experiencia interior del lector. “La poesía ya preexiste en el lector, en su vida psíquica. El poema solo la activa. Incluso sin poema, el lector puede sentir poesía.” — Leonardo Sarmhi.
El lector no es un receptor pasivo ni un observador externo. Es el escenario neuroemocional donde se produce la verdadera epifanía poética. Su historia somática, sus duelos callados, su ternura no dicha, su mapa simbólico interno, conforman la estructura latente desde la cual puede activarse la poesía.
Efectivamente, es en el escenario neuroemocional del lector en la que realmente nace la poesía, no en el poema, que es solo el detonador simbólico. Vamos a desarrollar este punto con más profundidad y precisión:
1. ¿Dónde nace la poesía según Leonardo Sarmhi?
La poesía nace en el lector, en ese escenario neuroemocional donde se entrelazan sus memorias no verbalizadas, sus cicatrices invisibles, sus afectos archivados, y sus vivencias más profundas. Ese lugar interior —que Leonardo Sarmhi llama estructura latente neuroafectiva— es donde la poesía se origina como fenómeno vivencial, no textual.
El poema no contiene poesía por sí mismo. La poesía se manifiesta en el lector, como un destello emocional que reorganiza su psique.
2. ¿Cómo se manifiesta la poesía en el lector?
La manifestación de la poesía ocurre cuando un estímulo (un poema, un recuerdo, una imagen, un olor, una palabra) desencadena una vivencia emocional intensa que no necesita ser completamente comprendida para ser profundamente sentida. Es una revelación emocional sin estructura lógica previa. Algunos signos de que el lector está sintiendo poesía:
• Un sobresalto emocional interno sin razón aparente.
• Un nudo en la garganta al leer o recordar algo que no sabía que le dolía.
• Una lágrima que aparece sin tristeza concreta, solo por una frase o imagen.
• Un recuerdo que emerge, aunque no esté claramente vinculado con lo leído.
• Una sensación de pérdida, belleza o ternura inexplicables.
3. ¿Puede sentir poesía sin leer ningún poema?
Sí. De hecho, Leonardo Sarmhi afirma que incluso sin leer un poema, el ser humano puede experimentar poesía. Basta que un estímulo cualquiera —una hoja cayendo, el sonido del viento, un aroma— active su Inconsciente Universal Humano, donde habitan las vivencias esenciales de la humanidad: el amor, el duelo, la fragilidad, la esperanza, el desamparo.
“Una mujer puede llorar mirando la lluvia en silencio porque recuerda sin recordar una ausencia. Sin leer ningún poema, ha sido poesía. Esto es la Epifanía Lírica.” — Leonardo Sarmhi.
El lector, entonces, es el catalizador último de la poesía. Él dota al poema de sentido, no desde la interpretación racional, sino desde la conmoción silenciosa que le provoca. Es en él donde se produce la experiencia neuroafectiva que convierte palabras en epifanía.
“Sin lector no hay poesía, aunque haya poema. El lector es el catalizador del acontecimiento poético.”
— Leonardo Sarmhi.
La poesía no es lo que se escribe, sino lo que se despierta. No nace en el papel, sino en el lector, cuando su paisaje emocional inconsciente entra en contacto con un estímulo revelador. El lector no es un receptor pasivo, ni tampoco un creador en el sentido tradicional; es el activador final de la experiencia poética. La poesía no nace en el poema ni en el autor, sino en ese instante íntimo en que el lector, con su historia psíquica, sus memorias dormidas y sus heridas invisibles, despierta una emoción que le pertenece sin haberla escrito. No ha creado poesía, pero la ha encarnado. Ese acto de sentirla es la poesía misma.”
Ejemplo 1:
Una mujer de edad avanzada observa llover desde su ventana. Nunca ha leído poesía, pero al ver una gota deslizarse por el vidrio, siente un vacío inexplicable en el pecho.
No recuerda a quién ha perdido, pero siente la ausencia como si fuera reciente.
No leyó ningún poema, pero la poesía ocurrió dentro de ella.
Eso es la Epifanía Lírica.
Eso es poesía naciendo en el lector.
Ejemplo 2:
“Yo no nací en el invierno,
Pero mi piel tiembla como si,
Cuando el frío me susurra,
Lo que aún no sé qué perdí.” — Leonardo Sarmhi.
Un lector que jamás ha perdido a alguien en invierno puede, sin embargo, estremecerse ante estos versos si en su inconsciente universal yace la sensación de pérdida, abandono o nostalgia. La poesía no está en el texto en sí, sino en lo que el texto logra despertar y reordenar dentro del lector.
El poema es solo el lenguaje que organiza materiales psíquicos. Pero la poesía es el fenómeno que se revela en la psique del lector. Es allí donde nace, se siente y se transforma. Por ello, la poesía no es una propiedad del texto, sino una experiencia compartida entre dos inconsciencias: la del poeta que revela, y la del lector que recuerda sin saber.
VII. SÍMIL DEL “CHEF POÉTICO”: RECURSO PEDAGÓGICO ESENCIAL.
Sarmhi introduce y acuña un símil extraordinariamente esclarecedor de su autoría para explicar el núcleo del punto VI: La Génesis de la Poesía no esta en el verso ni en el poema, sino en el lector. Para comprender la propuesta de Leonardo Sarmhi. Veamos porque funciona también:
1. Distinción entre revelación y experiencia.
El chef puede diseñar meticulosamente una receta (seleccionar ingredientes, técnicas, presentación), pero el sabor final - lo “exquisito”- se revela únicamente en el paladar del comensal.
De la misma forma, el poeta esculpe versos (ritmos, metáforas, forma), pero la poesía autentica-esa emoción, esa epifanía-solo surge cuando el lector la “degusta” con su soma, su memoria emocional y su percepción.
2. Potencialidad vs. Actualización.
El plato lleva en sí un potencial gustativo, pero sin el acto de probarlo no existe el “placer gastronómico”.
El poema lleva un potencial lírico, pero sin el acto de leerlo (o escucharlo, o meditarlo) no existe la vivencia poética. La NeuroEpifanía Lirica de Sarmhi es precisamente ese “sabor interno” que despierta la poesía en el lector.
3. Subjetividad y universalidad.
El comensal trae su bagaje de sabores: recuerdos, cultura culinaria, predisposición física (p. ej. Sensibilidad al picante). No todos reaccionan igual al mismo plato.
El lector trae su propia “memoria ancestral” y sus vivencias: dos personas pueden leer el mismo verso y vivir dos epifanías distintas, ambas igualmente “poesía”.
4. Independencia del soporte.
Un chef puede crear un aroma, un sonido (abrasar la carne), un color, y ya con eso despertar sensaciones. No siempre hace un plato formal.
Igual, la poesía puede surgir ante un paisaje, un gesto humano, un silencio: la poesía “esta” en el lector y puede activarse incluso sin un soporte textual.
En conclusión, el ejemplo del Chef Poético acuñado por Leonardo Sarmhi, ilustra a la perfección el núcleo del punto VI: La Genesis de la Poesía no esta en el verso ni en el poema, sino en el lector. Así como el exquisito sabor nace en la experiencia del comensal, la poesía nace en la experiencia somático-emocional-cognitiva del lector. El texto es solamente el “menú” o el disparador”; la poesía, la vivencia última, reside siempre en el sujeto que la activa.
Ejemplo Magistral: El Chef Poético y la Génesis de la Poesía.
Un joven panadero, huérfano desde niño, trabaja en la madrugada amasando panes. Nunca ha leído poesía. Una noche, una clienta deja caer una servilleta con estos versos escritos a mano:
“Mi madre aún me huele en los dedos,
cuando rompo el pan caliente.”
Él, sin saber por qué, se queda inmóvil. Algo le oprime el pecho. Vuelve a leer. No entiende del todo las palabras, pero siente que alguien lo ha dicho por él. Recuerda sin recordar el aroma de su infancia, el calor de unas manos que no puede nombrar. No sabe de metáforas, pero llora sobre la harina como si un pan sagrado hubiese nacido en su memoria.
En ese instante, la poesía no estaba en el poema. Estaba en él. El poema solo fue el aroma, el crujido, la miga. El lector –ese panadero solitario– fue el horno donde la poesía tomó forma.
Análisis del ejemplo
• El poeta, como el chef, preparó el verso como quien deja un pan olvidado en la mesa.
• El lector, como el comensal, activó el sabor: no con técnica, sino con su biografía emocional.
• La poesía no se encontraba en la tinta, sino en su vivencia interna, en su cuerpo que tembló, en su alma que recordó algo que no sabía que había olvidado.
• El texto fue el menú; la poesía, su llanto silencioso.
VIII. ¿QUIÉN ES EL MEJOR POETA?: LA RESPUESTA ESTÁ EN EL LECTOR.
Sarmhi, refiere: No es el poeta quién decide si su poema tiene poesía, Como el chef no decide si su plato es sabroso. Lo decide quién lo prueba: el lector.
Por tanto, el mejor poeta no es el que más escribe, ni el que adorna sus versos, sino aquel cuyos poemas provocan más epifanías en los lectores.
“Esto implica una visión democrática y experiencial de la poesía. El lector no solo valida la obra: la completa, la da a luz. “El lector es el partero de la poesía.” – Leonardo Sarmhi.
En ese contexto, la abundancia de obras no garantiza la excelencia poética. Escribir más no implica escribir mejor, pues el valor de un poema se mide por la respuesta experiencial del lector, no por la gran cantidad de textos producidos.
“Que un poeta sea prolífico no significa que sus versos contengan poesía viva. Solo el lector que lee y revive la experiencia establece su maestría”. En consecuencia, así como se elige al mejor chef por los platos más solicitados, se elige al mejor poeta por los poemas que provocan más poesía en el lector.
“La poesía no se lee ni se escribe, es sentida y reconocida Y donde más intensamente se vive, es en el lector” – Leonardo Sarmhi.
IX. LA AUTORIDAD POÉTICA: ¿QUIÉN DETERMINA SI EXISTE POESÍA EN UN POEMA? ¿EL LECTOR O EL POETA?
En el marco de las concepciones tradicionales de la crítica literaria, la valoración de un poeta ha oscilado entre el juicio erudito (técnico, histórico) y la recepción popular (afectiva, masiva). Sin embargo, la propuesta teórica de Leonardo Sarmhi introduce una nueva matriz de análisis: la poesía no reside en el poema como objeto textual, sino en la experiencia intersubjetiva que este activa en el lector.
Desde esta perspectiva, se torna imprescindible replantear la pregunta:
¿Quién posee mayor autoridad para determinar la existencia de la poesía y la estatura de un verdadero poeta: el lector o el poeta?
A. El lector como escenario neuroafectivo.
El lector no es un agente pasivo ni un mero receptor. Es el escenario neuroemocional donde se manifiesta la epifanía poética. Su historia somática, sus símbolos heredados, sus heridas, duelos y deseos, constituyen los componentes latentes de la NeuroEpifanía Lírica que da vida al poema. En palabras de Sarmhi:
“La poesía ya preexiste en el lector, en su vida psíquica. El poema solo la activa. Incluso sin poema, el lector puede sentir poesía.” — Leonardo Sarmhi.
Desde este enfoque, el lector no genera poesía, pero la hace existir. Sin él, la poesía no se encarna. Puede haber un poema sin poesía, pero no hay poesía sin lector. (Sarmhi). Su papel es el de resonador lírico, el único capaz de validar existencialmente la experiencia poética.
B. El poeta como arquitecto simbólico.
El poeta, en cambio, no crea poesía terminada; configura materiales psíquicos fragmentarios: ritmos, imágenes, silencios, símbolos. Estos son recipientes de posibilidad poética, pero no constituyen poesía per se. El poeta es, como diría Sarmhi, un chef lírico:
“El poeta prepara un plato con esmero, pero el sabor solo se revela en la boca del comensal.” — Leonardo Sarmhi.
El poeta posee herramientas técnicas y una sensibilidad afinada que le permiten detectar y valorar la construcción interna del poema: su estructura, coherencia simbólica, originalidad expresiva. Puede reconocer a un igual o admirar a un otro, pero su juicio sigue siendo previo a la activación poética.
C. ¿Quién determina quién es un gran poeta?
Conclusión: la última palabra es del lector.
La poesía, en su forma más genuina, no es un objeto, sino una experiencia. Y como toda experiencia, solo puede ser verificada por quien la vive.
El lector, por consiguiente, tiene la última palabra sobre la existencia de la poesía, pero no necesariamente sobre quién es un buen “fabricante” de poemas.
El poeta puede admirar a otro por su maestría, pero es el lector quien, al estremecerse, al llorar, al recordar lo no vivido, consagra esa obra como poética.
“El lector es el umbral último. Solo en él la poesía se actualiza. El poeta propone, pero es el lector quien la reconoce como tal. No hay mejor poeta sin un lector que haya sentido, sin palabras, que lo sagrado y lo humano se tocaron en su pecho.”.
X. CONCLUSIONES.
1. La poesía no reside en el poema, sino en la vivencia del lector.
La tesis central de este ensayo afirma que la poesía no es una propiedad del texto ni una habilidad exclusiva del poeta, sino una experiencia que se actualiza en el lector cuando sus memorias, emociones y estructuras simbólicas se entrelazan con los signos propuestos por el poema. Esta actualización es lo que Sarmhi llama NeuroEpifanía Lírica.
2. El lector no es un receptor, sino el escenario emocional donde ocurre la poesía. Su historia somática, su cartografía afectiva, sus heridas silenciosas y sus símbolos heredados constituyen el humus donde germina la vivencia poética. Sin lector, hay poema, pero no hay poesía. Sin vivencia, hay texto, pero no hay conmoción estética ni epifanía íntima.
3. El poeta construye el poema, pero no controla su poesía.
El poeta trabaja con ritmo, imagen, metáfora y estructura. Pero el producto de ese trabajo no es poesía hasta que no entra en contacto con una subjetividad lectora que la sienta como revelación. El poema es un plano, la poesía es su encarnación emocional.
4. El símil del Chef Poético consolida pedagógicamente esta visión.
Así como el sabor no está en la receta, sino en el paladar del comensal, la poesía no está en el verso, sino en la sensibilidad del lector. La metáfora gastronómica propuesta por Sarmhi es didáctica y luminosa, y permite una comprensión accesible de su propuesta neuroafectiva.
5. Esta teoría redefine la crítica literaria y la enseñanza de la poesía.
Se abandona el enfoque estructuralista, elitista o exclusivamente formal para abrazar una literatura psíquicamente implicada, una crítica desde el cuerpo y la emoción. La poesía deja de ser un arte de expertos para ser una vivencia abierta, plural y democratizadora.
6. El lector tiene la última palabra sobre la existencia de la poesía.
El lector no determina la calidad técnica de un poema, pero sí determina si ese poema vivió en él como poesía. Su estremecimiento íntimo, su evocación involuntaria o su silencio contemplativo son las verdaderas pruebas de fuego poético.
7. La propuesta de Sarmhi representa un hito en la teoría poética contemporánea. A diferencia de Rolando Barthes, Carl G. Jung, Octavio Paz o Michael Foucault —quienes aportaron análisis notables, pero sin desplazar la centralidad del texto—Leonardo Sarmhi revoluciona la concepción misma de lo poético al otorgar al lector el rol generativo, no solo participativo, de la poesía. Esta teoría inaugura una nueva etapa en los estudios literarios: la poética neuroafectiva.
XI. DECLARACIÓN DE AUTORÍA Y DERECHOS INTELECTUALES.
La presente obra, titulada “Ensayo Literario: NeuroEpifanía Lírica – Inconsciente Universal Humano: El Lector; La Génesis de la Poesía”, así como los conceptos, términos inéditos, analogías y símiles allí desarrollados, pertenecen en calidad de autor intelectual y legal al escritor, poeta y psicólogo Leonardo Sarmhi, seudónimo literario de Leonardo Sarmiento López (Perú).
Se reconoce a Leonardo Sarmhi como creador original de los siguientes conceptos teóricos y términos poético-literarios que aparecen en este ensayo y otras obras afines:
• NeuroEpifanía Lírica.
• Inconsciente Universal Humano.
• Memoria Universal Humana.
• El lector como génesis de la poesía.
• El Verso Revelado.
• Símil “Chef Poético” (Símil pedagógico-literario).
• Materiales psíquicos desorganizados y fragmentados.
• Epifanía Lírica.
• El poema como detonante de la experiencia.
• El lector catalizador de la poesía.
• Escenario neuroafectivo.
• La Poética Neuroafectiva.
• Biografía somática del lector.
• Lectura como acto neuroafectivo.
• Poesía como experiencia intersubjetiva.
. Cerebro Común Universal.
• Ensayo Literario: Génesis del Verso (Ensayo anexo del mismo autor).
• Ensayo Literario: El Poema como Tests Proyectivo aplicado a la Psicología.
• Así como los poemas, cuentos y aforismos originales presentes en la obra.
...
Leonardo Sarmhi.
Derechos Reservados del Autor:
Leonardo Sarmiento López.
Imagen subida de la red.
22 de abril de 2025.
Lima _ Perú.






Comentarios & Opiniones
Saludos cordiales Leonardo. Gracias por compartir este Ensayo literario tan interesante. Le deseo un feliz día.
Magno Ensayo Literario. Cierto una Literatura anticuada que solo ve cosas formales unidades, métrica, géneros. Eso de que nos sirve? Cual es el núcleo de un poema, de la poesía, del lector. Cómo es su sentir. Desde la óptica NeuroEpifania Lírica lo .
Explica de una manera grandiosa. Sin lector no hay Poesía aunque exista poema. Tienes mucha razón, ese Simil que refieres El Chef Poético es clarísimo magistral para comprender. No es es chef quien determina si el plato esta sabroso. No. Es el .
Comensal. Y pienso como lo que expresas quien determina si existe poesia en un poema es el lector. Bárbaro. Genial Felicitaciones gran poeta Sarmhi. Maravilloso Ensayo con fundamento. Saludos.
... Muchísimas gracias estimado talentoso poeta amigo METACRAK .. Por su linda presencia en este sendero poético .... y brindarme su aliciente, ese motor y motivo para seguir viajando por el infinito del unverso ... Gracias por estar! Le envío mis ..
... saludos y abrazos fortísmos apreciado poeta amigo! Siempre lo mejor para usted!.
.. Oro Poético .. Muchísimas gracias por el honor que me haces con su linda presencia en este espacio poetico y dejarme sus elevados an´lisis y comentario en lo referente a este Ensayo Literario:NeuroEpifanía Lírica-Inconsciente Universal Humano ...
.. Tiene mucha razon, es hora de que los poetas y escritores, especificamente los LECTORES, se sumerjan en el fondo de la literatura, se que no llegarán muy a fondo, toda vez que, no se ha desarrollado por siglos, y esta anclada. Siendo perjudicial .
.. para los que leen y esculpen los materiales psíquicos desorganizados y fragmentados (poetas). Yo tambiénme pregunte ¿de donde nace la poesía?, ¿como puedo reconocerlo? Creo que es una obligación de los que escriben conocer La Génesis de la Poesía!
... Le envío mis saludos apreciado poeta amigo!
Una vez más compartes tu tiempo,
que te ha llevado lo suyo,
se forma desinteresada,
por ello agradecido y aquí estos aplausos.
Dicho esto,
las letras que salen alma, y las palabras bañadas por la experiencia,
son como las gotas de lluvia,
que sirven de alimento a los prados.
Leonardo, como bien
explicas, todo está conectado...
y todo pasa por algo,
como tú ensayo.
Salud amigo.
Magestuoso ensayo.El vanguardismo no solo debe ser del autor sino
De los lectores... felicitaciones por la innovación de la literatura
Obsoleta .. gracias por este maravilloso . tesoro.. Leonardo ..te envío abrazos ..a tu bello conocimiento.
..Muchísimas gracias estimado Jesús Ángel ... por el analisis y tus expresiones vertidas al ensayo Literario ... Es muy cierto lo que indicas la poesía esta en la vivencias, en los recuerdos no recordados, en las palabras bañadas por las experiencias
.. por las gotas de las lluvias que sienten y beben los prados .. etc. ! Gracias amigo poeta! Te envio mis saludos y aprecio y salud!.
... Muchísimas gracias hermosa Niverosa por tu bella presencia en estos crisoles de versos, .. y brindarme las generosidades de tus alturados comentarios. Eso es lo que debemos hacer apuntar a la innovación de la Literatura! Gracias talentosa poeta!
.. Te envio mis saludos ... Siempre lo mejor para ti!