Historia de un orgasmo
Los ojos buscaban participar en una mirada,
los oídos recordaban el calor del sonido,
los brazos repasaban consigo mismos los abrazos
y las manos, pues, aguardaban a la obra:
todo el cuerpo empatizaba en anhelos
y buscaron entonces a la belleza.
Y la belleza estaba allí con brazos abiertos
que a veces entibian, que a veces asfixian
pero que si los correspondes no te sueltan.
Los labios, ansiosos de amor, al encontrarla
corrieron a asesinar besos en su boca:
los huesos danzaron hirviendo los musculos
y las cuerdas vocales vibraron eléctricamente.
Pero el alma, el alma escondida entre las venas,
apenas hubo sentido agradables cosquillas,
pero decidió acompañar a los labios:
Al recorrer la piel de la belleza, lentamente,
esta la detuvo y mostró cicatrices e historias
y así se hizo el amor, y el alma aprendió a volar.
El alma entonces llevó al cuerpo tambien a volar,
palabras no alcanzan para contar el resto:
No necesitaban volar en un horizonte de colores
sino en el cielo agonizante de la tarde
y sus pasiones no nadaron sólo en las venas
sino pintaron de rojo las últimas nubes.
Comentarios & Opiniones
Interesante versar, grata lectura.
Muy bonitos versos! Saludos poeta!
Gracias por sus comentarios, poetisas. Reciban afectuosos saludos.