Historia de un orgasmo

Los ojos buscaban participar en una mirada,
los oídos recordaban el calor del sonido,
los brazos repasaban consigo mismos los abrazos
y las manos, pues, aguardaban a la obra:
todo el cuerpo empatizaba en anhelos
y buscaron entonces a la belleza.

Y la belleza estaba allí con brazos abiertos
que a veces entibian, que a veces asfixian
pero que si los correspondes no te sueltan.
Los labios, ansiosos de amor, al encontrarla
corrieron a asesinar besos en su boca:
los huesos danzaron hirviendo los musculos
y las cuerdas vocales vibraron eléctricamente.

Pero el alma, el alma escondida entre las venas,
apenas hubo sentido agradables cosquillas,
pero decidió acompañar a los labios:
Al recorrer la piel de la belleza, lentamente,
esta la detuvo y mostró cicatrices e historias
y así se hizo el amor, y el alma aprendió a volar.

El alma entonces llevó al cuerpo tambien a volar,
palabras no alcanzan para contar el resto:
No necesitaban volar en un horizonte de colores
sino en el cielo agonizante de la tarde
y sus pasiones no nadaron sólo en las venas
sino pintaron de rojo las últimas nubes.

Comentarios & Opiniones

María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Interesante versar, grata lectura.

Critica: 
Silvia

Muy bonitos versos! Saludos poeta!

Critica: 
Leonardo Brainstorm

Gracias por sus comentarios, poetisas. Reciban afectuosos saludos.

Critica: