Sufrir por amor

Sin palabras me quedo al ver tus ojos.
Y loca me dirán al decirles que te sigo visitando cada noche.
Si te fuiste...
Si te fuiste no hay posibilidad de volver a verte...
¿Verdad?
Eso es lo lógico.
¿No?
Pero aquí, yo no hablo de ninguna lógica ni de ninguna ciencia.
Y así lo digo.
Parada firme en el suelo duro, sin que nadie me haga cambiar de opinión.
Yo te sigo viendo cada noche en el país de los sueños y de los recuerdos...
Un país muy lejano al que solo las almas tristes pero esperanzadoras pueden llegar.
Tu te fuiste una mañana sin decirle nada a nadie.
¿Como pudiste?
Me pregunto sin cesar.
¿Como pudiste irte sin avisar?
¡A mi!
¡A mi, una de las únicas personas que te han querido y te han apoyado siempre!
Te lo pregunto mojando mis mejillas con lagrimas interminables, infinitas...
¡Y tu!
¡Y tu eres quien mas me desespera!
¿Como te atreves ademas de abandonarme, responder a mi pregunta con un simple;
"No te lo tomes personal"?
¡Debería irme!
Irme, marcharme, y jamas regresar.
¡Me ahorraría las molestias de ver tu cara, sin vergüenzas!
¡Cada noche!
¡Desde el momento en que me voy a dormir hasta el que despierto!
Pero no puedo...
Y es lo que mas me cuesta...
El tener una cuerda indeseable atada a mi torso que me lleva hacia ti cada noche.
Me haces sufrir.
Y al parecer ese sufrimiento me lo causo yo misma pensando que esto algún día cambiara.
No me vuelvas a hablar de amor o de otra cosa.
Pues ya no te creeré.
Pero sin embargo, te digo, que me sigas esperando al anochecer.
Misma hora de siempre. Mismo lugar de siempre
Pues ahora soy, prisionera de mi voluntad.