UN MINUTO DE SILENCIO (Relato)

poema de kassandra

“Hay amores tan efímeros que si no los hubiera conocido me atrevería a dudar de su existencia”

UN MINUTO DE SILENCIO
Era de día o de noche qué más da, solo sabía que era diciembre 31 ,una fecha que habitualmente la pasaba con su madre, y como también sabia que ella ya no estaba, tenía que unirse a la reunión familiar de fin de año a la que hacia una década que no asistía. Kate era así, renegaba un poco (o un poco más) de las cosas que cruzaban por su veinteañera vida y no era para menos, sus últimos 3 años habían sido deprimentes y trágicos que no es necesario recordarlos una vez más, pero en el fondo su corazón se empeñaba en gritarle mediante latidos que tenía que asistir a esa dichosa cena y por primera vez decidió no hacerse la sorda y escuchar a ese órgano insistente.
Subió a su habitación, empaco un par de mudas, dudó unos segundos más, pero afortunadamente logró ganarle a la duda y emprendió el viaje. El lugar donde toda la familia se reúne para despedir el año quedaba aproximadamente a una hora en coche, tiempo suficiente para poder escuchar completa su playlist “Romance en París” (como si supiera algo de París o del romance, pero por alguna extraña razón la llamo así). Llegó, sujeto su cabello con la única liga fiel que traía en su muñeca, aunque desde hace varios meses que no se ha preocupado por su apariencia y el descuido empezaba a hacerse evidente. Suspiró y sintió la nostalgia aletear en su estómago, era el primer año nuevo que pasaría sin su madre y eso le seguía robando el aire, sacudió la cabeza para aterrizar de sus pensamientos y entró a la casa.
Aquí viene la peor parte, si había algo que le incomodaba a kate era el saludo de entrada y la despedida, pero no le quedaba de otra así que inicio con el martirio. Saludó a todos y todos a ella, se sentía tranquila estando allí. Saludo a James, con él no la unía ningún lazo consanguíneo, pero se conocían desde que tiene memoria, y en esta vigésima edición de la cena de fin de año lo encontró, o mejor dicho coincidió porque en realidad no lo estaba buscando ni lo había perdido antes, detuvo su mirada unos segundos en él, no podía negar que le resultaba bastante atractivo.
Su estado ya le estaba causando preocupación, y mucha. Sentía que “se enamoraba” incluso de la persona que se le acercara a preguntar la hora y eso era finamente cruel y temía que esta vez le estuviera sucediendo lo mismo, no quería lacrar mas su reconstruido y mal reparado corazón. La cocina estaba de fiesta, todos se movían de un lado a otro afinando los preparativos de la cena y kate no era la excepción. Las 8.30 pm eran, según su reloj dorado de bolsillo, así que se coló a la ducha antes de que la fila empezara a presionarla, ya que solo hay dos baños y la lista de espera corta no es, estaba arrepentida (no mucho) de no llevar un outfit más formal y sexy (aunque sensualidad y ella no se hablaran desde hace mucho tiempo), no contaba con la presencia de James, ni siquiera lo recordaba por ello solo decidió traerse unos jeans ajustados y una playera a rayas , finalizó con la sudadera gris con una leyenda en letras rojas “Indiana University”, rizó sus pestañas y las resaltó con el rímel de extracto de Aguacate que la hacia sentir menos culpable por el maltrato a sus pestañas, colocó crema para peinar en su cabello , lo rizó con las manos y ya estaba, casualmente descuidada pero lo disimulaba bien, en la mesa ya todos esperaban y había un lugar vacío a lado de la abuela, no dudo en ocuparlo, frente a ella estaba James en una interesante aunque superficial conversación con su primo, no prestó atención aunque en realidad moría por no despegar los ojos de su rostro pero probablemente solo lograría parecer intensa y desquiciadamente acosadora, así que se contuvo, la cena estaba rica en especial la pasta y el vino. A dios gracias, que su antipático primo se levantó de la mesa dejando a James sin compañía Kate tomo de su copa de vino mientras se repetía mentalmente “háblame háblame háblame” y si… James se acercó a tratar de tejer una plática con ella, kate sonrió como muestra de agradecimiento a cualquier fuerza sobrenatural que la hubiera ayudado, en ese momento y en ese lugar para ella sólo estaba él y se olvidó de los demás, hablaron de todo, inclusive kate no se pudo contener a ser ella misma y dio rienda suelta a relatarle sus experiencias extrañas pero en cierta manera graciosas, rieron un poco y deseo que las pilas del tiempo se agotaran y se pausara ese breve instante por un momento o por muchos. Pero no, lamentablemente el tiempo no necesita baterías para funcionar y no cedió a los ruegos de kate, ya eran las 12:00 am, hora del brindis y abrazos y abrazos y abrazos, aunque hubiera querido seguir hablando de sus miniaventuras tuvo que unirse al brindis, después de un breve discurso chocaron las copas y empezó la travesía de los abrazos, abrazó a todos y lo mejor lo dejó para el final, solo le faltaba abrazar a una persona más, James, y él sonreía mientras ella se dirigía con los brazos en dirección a él, sentirlo cerca por muy corto que haya sido la hizo sentir extrañamente sentimental y triste por tener que partir.
Ya era hora de despedirse, todos regresarían a casa, ahora tendría que esperar otros 364 días para volver a verlo y quizá no fuera con los mismos ojos, quizá sus pupilas no se dilataran la próxima vez, bajo los hombros inconscientemente y le extendió la mano al tiempo que decía “fue un gusto”, salió dela casa y se subió al auto, ahora si con justa razón empezó a sonar Tame Impala “the less i know better”
(…) Yo estaba bien sin ti, hasta que vi tu cara
y ahora no puedo borrarla (…)
A pesar de todo no estaba en lo más mínimo arrepentida de ir a la cena, había recordado al hombre ideal para su jodida pero esperanzadora vida, el volvería a su ciudad y seguiría con su vida, seguramente en veinte minutos habrá olvidado aquella conversación de la noche del 31, ella seguiría recordándola por un tiempo más.

Un minuto de silencio por los amores breves y fugaces, de esos que vienen y se van, los que solo sirven para recordar y tener una historia que contar.