Puntualidad

poema de Kallisti

Despertando contigo deje de sentir todo menos a ti, no había calor, ni frio, ni humedad, ni sexo, solo tu.
Era una mañana tan inocente y nosotros la violamos.
En el piso, sobre la alfombra, encima de mi y sobre toda tu hombría
Me diste tanto que no pude contenerlo.
Las campanadas del reloj me despojaron de mis sueños sobre tu pecho y al abrir los parpados caía la noche. Se me hizo muy tarde para llegar a los brazos del amor de mi vida,
Y tu estabas demasiado resbaloso para sujetarte…