ESCRITOR NOCTURNO

poema de J.C.T.

EL ESCRITOR NOCTURNO
“Lo que escribo descubre mi alma”

La noche es silenciosa y solo el ruido de mis dedeos golpeando las teclas de una computadora portátil trastorna el silencio. Una luz tenue ilumina el comedor donde una mesa de caoba se adueña del espacio. Cuatro sillas espigadas de la misma madera hacen guardia al alrededor ella y unos aparatos y adornos empujan la mesa hacia el piso de losa. Como, queriéndola agacharla sumisa entre el cielo y el suelo.

Por momentos un ruido de un queco agita el aire y luego calla como si alguien le mandara a dejar de provocar la brisa fría de la noche. Los dedos de la mano como humanos en laboratorio se ajustan a una rutina sistemática de castigar las teclas con deseo y firmeza hasta que dibujan las letras en una pantalla de luz clarita.

El corazón se agita del desvelo nocturno y el calor de un clima tropical que se aprovecha de la debilidad de los cuerpos a acostumbrados a una brisa calma y fresca. Debajo de la mesa extiendo mis pies juntándolos en un abrazo masajeándose como buenos amigos o perros que hace tiempo no se veían y agitan sus colas, manoseándose el cuello y patas. El dolor se aleja de los pies y lo dedos un poco agitados se resignan a que el dolor y el calor les atormente por un segundo. Pienso a que escribo a la nada o a una imaginación oscura son forma y sonido. Lo intento pero aun así mi pesado sueño golpea con fuerza dejándome anímico para seguir soñando con mis sencillas letras que se resisten a dejarme solo por esta noche.
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La noche me silencia y me hace divagar entre mis pensamientos. Miles de preguntas sobre la vida y el propósito de la misma. En verdad un simple mortal tiene el derecho de cuestionar la existencia por causa de las preguntas sin respuestas. Quisiera unirme en pensamiento con los dedos de mis manos y escribir las letras con ligereza para dejar de pensar por un momento y que ellas se dibujen solas.
EL ruido de una llave abierta rompe el silencio en mi pequeña casa y no son suficientes para despertar a mi esposa, y mis hijos que duermen fatigados del dia. Yo, espero la noche para hacerme un escritor nocturno, sin audiencia y murmuro. Solo las teclas, las letras, mis manos y mis pensamientos.

Siempre he sido un autocritico equivocado donde las ideas solo vagan sin concretarse y ser parte de la realidad. A veces somos como un programa de televisión que se ve bonito pero la realidad es cruda y severa. Somos como los niños que sueñan sin importar que a su alrededor la vida consumo a los hombres. Que el mismo pensamiento sin realidad es como un cuento, o una leyenda sin esencia y profundidad.

La noche es mi amiga cómplice de mis absurdos pensamientos y a veces vagos que yo mismo noche podido descifrar. Pero estoy seguro que el pensamiento es el mejor tesoro y riqueza que un ser humano tiene en sí mismo. A muchos les incomoda que le hombre sencillo piense y señale con inteligencia las injusticias cometidas en el vaivén de esta hermosa vida. Porque cuando un hombre piensa se vuelve más fuerte.

“Cuando el hombre piensa una vez se vuelve fuerte y cuando piensa dos veces se vuelve poderoso”