¿QUERER A QUIÉN?

Pretender que me quieres más
que yo a ti
es como decir que las aves
pierden su vuelo a todas horas,
como decir que las cantinas
se encuentran solas a media noche.

Pero quién sabe quién quiere más
a quién,
si el querer está dispuesto
a hacernos bien
o dejarnos libres
como las olas en el mar en un vaivén.

Ahora sólo sé que el querer
va más allá de nuestros cuerpos [estén donde estén].