DE PANTOMIMAS Y QUIMERAS

¡Oh, mi amor!
he vuelto a pensar en ti, en mí y en por qué estoy aquí,
en las ganas de tener ganas
porque la desgana cada vez me gana más,
en las noches con descanso
y no vagando por mi casa a media noche con la espalda curva, café en mano y descalzo, en tus labios mientras te abrazo y no tus brazos en otros brazos.

Pensando en las palomas tan libres
porque no ven la hora en que tienen que irse,
en el cuervo que dentro de mí vive
alimentándose de lo que más quería
aunque algunas cosas sabía que dolían,
en los días en que te tenía, en las noches en que te extrañaba,
en las flores que aún no crecen preguntándome a diario por qué no crecen
y por qué a diario llora mi alma.
En casi todo mi amor, seguir pensado por qué estoy aquí,
si tengo dos piernas que me pueden alejar de “aquí”
pero no otro cerebro que me impida alejarme de mí.