Pena

Emociones incontrolables dominan mi ser,
eres tú quien fue mi Abel.
Llámame como quieras, pero dime,
¿todo esto fue mentira?

Deseo odiarte para vivir conmigo,
pero en cambio te amo, y sin ti no respiro.
Escucho disparos en la distancia,
sostengo que es solo una piedra suelta.
Defiendo mi postura mientras caigo:
así nació esto que llamamos amor.

Dime que no, y te mostraré la marca.
Eres tú quien me mata y me deja en pena,
amándote sin ningún impedimento.

Ocaso, penumbra y estupor
socavan mi alma indignada.
Te suelto un segundo,
y con eso pierdo mi mundo.

Es de noche y debo dormir,
pero un invierno eterno llena mis pulmones
y congela mi corazón.
Eso es amor, dicen,
pero nadie me dijo que sería una condena