El barrilete platinado

Se hace camino al andar,
las mismas huellas he de pisar.

Dejando atrás el resplandor,
de cierta llamarada azul.

El pudor de las hojas,
se hace pronto al respirar.

Y las baldosas como raíces,
mis pies abrazan.

De compañera tengo esa luz.
Atada de un hilo la tengo.

No me abandonara, ni aunque la cuerda se taje.

Marcarme el camino,
soy un triste argentino.
Perdido en la niebla de la noche,
me plasmo y danzo sobre las calles.

Amaderada pluma del artista ebrio.

Mi platinado barrilete,
redondo y brillante.
Amarga amante.

Traeme una palabra con la próxima crecida.
Pues a mis oídos les hace falta un cariño.

Miel de mieles.
Orgasmo de arboles.

Sígueme hasta la muerte,
después de mi despedida.
Dormiremos juntos.