A ti que lees.

Hoy le habló a todo aquel que lee lo que escribo, y le digo, que cuando escribo, no digo lo que realmente necesita el hombre consciente que soy, Más sin embargo les doy con mi escritura la lectura de la necesidad de un Corazón vacío, en el olvido, por saber amar a todo aquellas musas que junto a mí caminar no se percataron de mi presencia, y les fue fácil olvidar, y por su actuar podría jurar que no se ha notado mi ausencia.

Inofensiva inocensia que con dudas te marchas, porque no sé quién pierde más después que te vas, si aquella a la que le dedique mis días con una rosa por ser hermosa, ó la mañana de diosa que en melodía prosa de mediodía te recitaba, y si por ahí alguna otra musa quiere vivir también la haría sentir lo bello que significa tener el privilegio de convivir con un poeta que sabe escribir lo que usualmente olvida decir.

Que primero trate de sentir la experiencia del oír, aquel clásico de Ivólo, y te preguntes que hay detrás de cada voz Qué representan estos caballeros, Y si en su resonancia tan perfecta, escucha el silencio de aquellos los tenores, Entonces ve a tu puerta que yo estoy esperándote con flores de colores, acompañado de una orquesta y de estos tres señores.

Erick Rizo.