MONÓLOGO DE UN SIERVO
Entonces así se escriben los días, letras vacías en palabras abandonadas. Estos dones cantan sin tener voz, los escucho sin poder oír, las cosas se hacen por el lenguaje, es que las palabras llenan los vacíos de la muerte.
Diría que me gusta hablar contigo, y que la Luna no es sórdida al interactuar con los animales de la noche; moran en la noche, pobres almas sin hogar, pobres cuerpos sin inocencia.
Rastros de su aroma, huele, sabe a flores silvestres que por sí solas hacen la escalera que nos lleva a lo más alto de los cielos, pero las golondrinas enfermas, pero el viento vivo, pero, pero... Cazabas monstruos sin tenerme en cuenta como el más cercano al alcance de tu espada, y aún así atravesaste mi piel, y aún así la herida no se cierra.
Solo nos quedan las formas de los sentimientos, la forma de la tristeza, la forma del placer, la forma de la ausencia, la forma del amor; pero seguimos solos, seguimos llorando por la misma causa y se nos acaban las excusas para tapar las cicatrices que hacen de nuestro cuerpo un templo suicida. El adiós no vuelve jamás. Las risas huecas invaden las paredes de un cuarto a oscuras.
Comentarios & Opiniones
Linda y reflexiva obra, muy profunda para tu edad, un gusto la lectura, abrazos cordiales, feliz día por Colombia.