Paseos de la Musa Nocturna

poema de Juan Diego

En el gran conjunto de mi alucinación
Vuelo como un ave sobre el espejismo azul
El tacto del viento confunde mi visión con la ilusión
Levanto una estatua con hielo y carne
De tierra de mi sangre
De luz divina
De aliento inoxidable
Y te despiertas en mayo
Metamorfosis de mariposa
Con tu cuerpo radiante y salvaje
Con tu rostro de cristal
Con tu cabellera de oro amarillo
Con tus narices de agua
Con tus pies de roca húmeda
Con tus brazos de madera seca
Con tus manos de finos ligamentos
Con tu sombra de figura elegante
Con tus labios de pétalos de rosa
Con tus dedos de diamante
Con tu olor de fina fragancia
Con tu lengua de esponja
Con tus dientes de marfil
Con tu piel de carácter suave
Con tus ojos de elixir de vida
Que alumbran mi camino
Musa nocturna
Así invades lo que tocas
A tu paso brota vida donde pisas
Con tu cantar despiertan los pájaros
Ríe el agua y revive el bosque
Festeja el suelo también saltan las piedras
Porque todos se han dado cuenta
La diosa del bosque está de vuelta