Condena perpétua

poema de Juan Diego

Estoy condenado al sufrimiento eterno
Mi condena se expande y fluye por mis venas

El viento me sopla el rostro, aliviando mis dolores

La naturaleza me observa y siente mi pena

Estoy condenado a sentirla, a verla

Condenado a reír para después sufrir

Llevo en mi pecho una herida eterna abierta

Me acostumbré al dolor que me provoca

Me acuesto pensando en el día que me libere de mi condena

Pero en mis sueños apareces para recordarme lo que siento

Estaría dispuesto a morir en nombre de mi condena

Así, mi alma volaría libre por los cielos que me rodean

Estoy condenado a sentir las cadenas que me tienen prisionero

A mirar tu rostro y tu sonrisa cada vez que cierro los ojos

A pesar de todo este peso, resisto lo que me caiga encima

Y lo seguiré haciendo mientras dentro de mí aún siga prendida mi llama de fuego

Comentarios & Opiniones

Xio

Si la condena de trata de sentir la presencia de la persona amada, bienvenida sea...saludos poeta, linda tarde.

Critica: